Capítulo 7

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Shoto tenía ciertos conocimientos sobre cuidar personas enfermas. Después de todo, su madre Rei era enfermera y actualmente, jefa del departamento de enfermería de un hospital privado. Ella le enseño lo básico para distintos males, todo tipo de remedios tanto caseros como los recetados. Y le decía que debía tener mucha paciencia con los enfermos.

Así que, desde que tenía ocho años, sabía curar un resfriado y lo práctico con sus hermanos mayores, más que nada con Touya que era un poco débil de salud y enfermaba más fácilmente que Natsuo durante los inviernos. A los once años, aprendió que tipo de pastillas y compresas debía comprar para su hermana mayor cuando estaba con el periodo. Porque aunque Fuyumi no se quejara abiertamente —y mucho menos con él— era visible que algo le molestaba en esos días en ocasiones. Así que iba hasta la farmacia a comprarle pastillas, una compresa fría y pastelillos de uva que le gustaban. E intentaba ayudarla con los deberes de la casa, hasta de las tareas que no le correspondían, para que ella pudiera descansar.

Por otro lado, una vez cuando tenía catorce años entendió finalmente porque Enji se enfermaba tanto durante el verano. Se debía a que debido a el calor que hacía en esa época, los aires acondicionados, ventiladores y cualquier cosa que enfriará el ambiente, estaban encendidos casi las veinticuatro horas del día dentro de su hogar. El bicolor, su madre y hermanos eran muy sensibles al calor y preferían el frío. Todo lo contrario al pelirrojo quien apenas empezaba al verano ya andaba con la nariz tapada y sin que nadie supiera como siendo tan sano se enfermaba tan fácil en esa época.

Aunque el bicolor no dijo una palabra de ese tema. Seguramente, cuando sus hermanos mayores lo descubrieron tampoco lo dijeron.

Y ni que decir de su madre.

En fin, tenía cierta facilidad para detectar males y por eso, estaba algo preocupado por Denki.

Para alguien tan enérgico, estar enfermo —o muy agotado tanto mentalmente como físicamente por los exámenes— debería ser...feo. No sabía exactamente como se sentía pero asumía que no debía agradarle.

— ¿Shoto? ¿No te gusta la comida? —preguntó una voz femenina a su lado.

Fuyumi estaba a su lado, con una mueca preocupada viéndolo a él y su plato de arroz a medio comer. El más alto bajo la cabeza y negó, para después llevar un bocado de su comida a la boca.

Estaba frío. Debió pasar un tiempo perdido en sus pensamientos.

—La comida es buena, Fuyumi-neesan —aseguró el de ojos desiguales.

La albina con mechas rojas sonrió y asintió, para después apoyar sus codos sobre la mesa e inclinar su cabeza de lado en un gesto reflexivo.

— ¿Hay algo que te preocupe, Sho? —adivinó al ver sus cejas fruncidas y como hacía pausas entre bocados — ¿Es algo sobre tu última novia?

Shoto miro a su hermana con una ceja alzada y ella, inocentemente, solo susurro los nombres de sus amigos y que le habían avisado de lo que pasó. En caso de que su última novia fuera a molestarlo a su casa, ya había pasado antes y sus hermanos mayores no fueron muy amables con esa pareja suya en particular.

—No —negó el menor sin deseos de hablar al tema pero al final, lo hizo porque solo no sabía cómo solucionarlo —Fuyumi-neesan, ¿está bien...preocuparse por alguien a quien apenas conoces?

—Claro que está bien, ¿por qué no lo estaría? —cuestiono la mayor.

—Porque la misma persona me aseguro que no era nada malo —frunció las cejas el más alto —Pero no es así. Estaba mal y quiero saber cómo está ahora.

—Bueno, a veces uno quiere decir que "está bien" para no preocupar a los demás. Preocuparnos igualmente es entendible —asiente para sí misma la femenina — ¿No quieres que esa persona piense que eres molesto?

Clases de noviazgo [TodoKami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora