Capítulo 27

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— ¡Kaminari, no te vayas!

— ¡Y tampoco nos robes a Todoroki! ¡Estaba hablando conmigo!

El bicolor alzó una ceja hacía la mujer que tuvo el descaro de decir eso. Ella habló por media hora y él miró al rubio por esa cantidad de tiempo, fue una conversación unilateral.

El rubio soltó una risa nerviosa, entre sus compañeros y la mujer no sabía muy bien como librarse de la situación. Así que, simplemente, paso sus brazos por el cuello del más alto y lo dejo a la vista de todos para que no se ocultara en su pecho.

—Shoto se siente un poco mal. Tengo que llevarlo a su casa —opto por decirles y mirando a la mujer, agrego —Shoto, ¿quieres seguir conversando con ella?

El mencionado negó con la cabeza, viendo hacía la mujer quien bufo y luego, sonrió con picardía como si hubiera encontrado una perfecta oportunidad.

—Kaminari, ¿no? —pregunto y el menor asintió —Puedes dejar que yo llevé a Todoroki a su casa. Tus amigos quieren que te quedes, de todos modos. No tengo problema con cuidarlo.

—Oh, claro, quien tiene un problema con eso soy yo. No pienso dejar a Shoto con una desconocida que posiblemente quiere violarlo mientras duerme —se burlo el más bajo y la mujer le miró indignada —Gracias por la oferta pero paso.

Todoroki contuvo una sonrisa en sus labios pero los amigos del rubio no contuvieron sus risas y les desearon una buena noche. En cierto modo, entendía que estuvieran tristes porque les estaba quitando tiempo con Kaminari pero no podía sentirse mal por ello cuando uno le había coquetado descaradamente en su cara.

El menor los despidió a todos y llevándolo de la mano, busco a Kendo porque le habían dejado sus cosas. Ella como organizadora era conductora designada para lidiar con los ebrios y estaba charlando animadamente con un grupo de mujeres. Al verlos, se les acercó un poco preocupada.

— ¿Que sucede? ¿Ya se van? —cuestiono inquieta — ¿No les gusto la fiesta?

—No, no. Me divertí el poco tiempo que estuve —aseguró el de ojos dorados —El problema es que a Shoto le hizo mal la bebida.

— ¿Cómo a Neito? Él también tiene baja tolerancia al alcohol. Testu y yo siempre tenemos que cuidarlo cuando se pasa con eso —se rió la femenina —Bueno, una lástima. Pero gracias por venir, ¿quieres que les llame un taxi?

—Por favor —asintió el menor.

Cuando la femenina se fue, el más bajo arrastró a el bicolor afuera y paso su bufanda por su cuello, viéndole con una sonrisa.

—El aire frío debería ayudarte. Pero no quiero que te enfermes —dio una pequeña explicación — ¿Cómo te sientes? ¿Mareado?

El más alto asintió, haciendo un esfuerzo por simular tambalearse y que el menor le ayudará a apoyarse en la pared. La verdad, cuando estaba ebrio no era muy diferente a como era sobrio. Una vez, Midoriya y Uraraka le dijeron que la única diferencia que había era que le costaba más mantener los ojos abiertos y que si se dormía, sería imposible despertarlo. Iida comento que también hablaba más lento pero de forma razonable y con coherencia.

Era una suerte que el rubio no supiera sobre su comportamiento.

Mientras que Shoto seguía en su actuación, Denki pensaba en qué podría hacer una vez llegarán a su casa. No le molestaba quedarse, se le hacía un poco incómodo hacerlo cuando sentía algo por el bicolor. Era doloroso pensar que habría un día en que ya no podría estar en su casa con tranquilidad y eso se debió haber visto en su rostro, porque sintió una gentil mano alzarlo hacia arriba y tuvo un par de ojos de distinto color viéndolo fijamente.

Clases de noviazgo [TodoKami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora