Capítulo 22

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Sonríe, sonríe, sonríe.

El rubio se repetía el pensamiento cual mantra religioso. Completamente enfocado con que ese gesto tan natural en él, saliera como era debido cuando tuviera que enfrentarse a lo peor.

— ¡Vaya! Alguien esta de un especial buen humor hoy, ¿no, Kaminari?

El menor sintió un brazo cruzado sobre su pecho y el olor a una colonia masculina, al voltear se encontró con el rostro de uno de sus compañeros de clase.

Uno con el cual solía compartir relaciones sexuales.

Espero que Todoroki también crea que estoy de buen humor. Eso haría todo más sencillo.

—Sí, lo estoy —mintió el menor —Hum, ¿podrías quitar su brazo? No es como que sea cómodo.

— ¿Ah, no? Yo lo estoy —se pegó aún más el chico a su cuerpo —Hey, ¿tienes tiempo libre está noche? Te invito unas cervezas y vamos a mí casa, ¿que te parece?

No, gracias. Aléjate y vete.

En otro momento, el rubio hubiera estado más que feliz de tomar esa oferta. Después de todo, su compañero de clase era atractivo y bueno en la cama, pero había descubierto que pensar en tener relaciones cuando ya le gustaba alguien le provocaba una acidez estomacal terrible y prefería evitarla.

—No quiero. Otro día, tal vez —declino la oferta con la mayor amabilidad que pudo.

— ¿Eh? ¿Por qué no? —hizo un puchero el chico y automáticamente, quitó su brazo sobre su hombro al ver que no conseguiría lo que quería — ¿Hice algo la última vez que te enfado? ¿O te lastimé?

Ni recuerdo la última vez que me acosté contigo, lo siento mucho.

El más bajo no tenía intenciones de herir el orgullo de su compañero de clases —algún día podría necesitar un apunte y sería mejor si estuvieran en buenos términos si se lo tenía que pedir— al mencionar que no tenía algún recuerdo de su último encuentro. Así que solo sonrió y negó con la cabeza, dándole un golpe amistoso en su hombro.

— ¡Para nada! Es solo que no estoy de ánimos, mis exámenes me tienen agotado —invento una excusa creíble el menor —No es tu culpa.

—Que alivio, realmente tuve miedo de haberte hecho algo malo —suspiro el chico que volvió a sonreírle con un aire seductor —Entonces, ¿otro día?

—Otro día —acepto el más bajo, dudando que fuera a obtener una respuesta diferente ese "otro día".

El chico pareció alegre y asintió, tomando un camino lejos del de ojos dorados quien suspiro cuando lo vio alejarse.

— ¿Otro día qué?

El menor soltó un chillido y se abrazo a sus libros que llevaba contra su pecho, en lo que miraba sobre su hombro a el recién llegado Todoroki que le veía con el ceño levemente fruncido.

— ¡H-Hola, Todoroki! —lo saludo una vez se recompuso del susto — ¿Que haces aquí? Pudiste esperar en la entrada. En realidad, siempre esperas ahí, ¿por qué entraste? ¡oh! ¿acaso quieres ver los salones de música?

El bicolor negó con la cabeza, reprochando su comportamiento anterior. El de ojos dorados tenía derecho a hacer lo que quisiera, no era nadie para decirle nada. Pero verlo con aquel chico quien tranquilamente le tocaba y hablando de verse otro día —para quien sabe qué— le había hecho perder los estribos.

Debía aprender a controlarse.

—No, solo quise entrar para verte antes —respondió de forma honesta.

Clases de noviazgo [TodoKami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora