Capítulo 15

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Todoroki no entendía bien lo que pasaba, un hombre de cabello cenizo e intimidantes ojos rojos había llegado de la nada y espanto a toda la multitud que los había rodeado —estaba muy agradecido por eso— para después agacharse y tomar del mentón a Kaminari, como si le estuviera examinando en busca de alguna herida.

Esa acción no le gustó —le pareció que sus rostros estaban muy cerca— pero en sus condiciones no pudo hacer nada para alejarlo del rubio.

El bicolor escucho que intercambiaron un par de palabras y después, con el cenizo asustando y alejando a todos el rubio se abrió camino por la feria con él encima. Siempre susurrando la frase "todo estará bien, todo estará bien" en el tono más tranquilizador que tenía.

El más alto se dio cuenta que mientras más se concentraba en la voz del menor, más sencillo resultaba calmarse a sí mismo y que su respiración se controlará.

Eso no significa que estaba bien pero sí que su estabilidad emocional volvía poco a poco.

El desconocido los guió hasta un callejón, escucho como abrió una puerta y después el de ojos dorados lo ayudo a entrar. Fue guido cual muñeco hasta un pequeño lugar, con una silla e iluminación blanca, lo hicieron sentar y el menor se arrodilló ante él, con una expresión de suma preocupación oculta tras su sonrisa amable.

— ¿Estás mejor, Shoto? ¿Puedes respirar? —interrogo, pasando sus dedos gentilmente por su cabello y limpiando con el dorso de su mano el sudor que empapaba su frente —Kacchan, ¿podrías...? Gracias.

El cenizo le había extendido un vaso con agua fría antes de que el rubio terminara de hablar y lo hizo beberlo.

—Kaminari, ¿que tanto tiempo llevas conociendo a este sujeto?

¿A ti eso que te importa?

Si no fuera porque los ataques de pánico lo dejaban tan agotado como si hubiera corrido un maratón, Shoto le habría contestado molesto al cenizo. Pero como no podía hacerlo, Denki lo hizo por ambos.

—Unos dos meses y medio. Casi tres —contestó el de ojos dorados — ¿Por qué?

Silencio. Mucho silencio.

Después, el más alto solo es capaz de ver cómo el cenizo toma el brazo del menor y lo pone de pie, lo aleja de él y antes de salir por una puerta, le da una mirada calculadora.

—Estamos afuera —avisa aunque se nota de su expresión que eso no le agrada —Cuando te calmes, sal. Hasta entonces, quédate y termina la jodida agua si la necesitas. Se la cobraré a este idiota más tarde.

Es lo último que dice antes de cerrar la puerta y dejarlo solo, llevándose al de ojos dorados en el proceso.

Kaminari había aprendido que pese a todo lo que pudiera gritar su personalidad, Bakugou no hacía las cosas sin pensar

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Kaminari había aprendido que pese a todo lo que pudiera gritar su personalidad, Bakugou no hacía las cosas sin pensar. No importaba lo impulsivo que pareciera, nunca hacía nada sin pensarlo dos veces y es esa una de las razones por las cuales no se enoja cuando lo hace dejar solo a Todoroki.

Clases de noviazgo [TodoKami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora