Clases de noviazgo [TodoKami]

Capítulo 25

—Tres días, maldita sea —gruño el cenizo —Hasta tus jodidas bacterias son difíciles de matar.

Kaminari se rió nervioso y Bakugou le vio con el ceño fruncido pero no dijo nada más, dejo la bandeja de comida frente a él y una severa advertencia en sus iris rojos.

"Come". Claramente se veía eso en sus ojos.

Y el de ojos dorados lo hizo. Las consecuencias serían malas sino hacía caso.

Después de haberle mentido descaradamente a Todoroki —se sintió horrible por eso pero era necesario— fue corriendo hasta su departamento, dejo su mochila y estaba tan mareado que tomo una sábana y simplemente se acostó. Por lo tanto, fue ignorante de las llamadas de un preocupado Kirishima que quería saber de su estado y de su hermana mayor que le mando un mensaje por la tarde, algo común y que el rubio solía contestar de inmediato.

Debido a que Yuka tenía la llave del departamento del menor —para caso de emergencias— decidió que después de terminar su turno laboral, iría a verlo y lo hizo, encontrándose en la entrada de la puerta a un angustiado pelirrojo que le explicó ciertas cosas que le pusieron los nervios de punta a la mayor.

En fin, la rubia y el de ojos rojos entraron al departamento y encontraron al menor en la cama, ardiendo en fiebre y con un gran malestar. Inmediatamente, pusieron manos a la obra y se repartieron los tiempos para cuidar al de ojos dorados quien pese a decir que no era necesario —además, que era un adulto responsable— fue ignorado deliberadamente por todos.

La primera noche, Eijirou y la rubia se quedaron con él, la segunda fueron Kyoka y Hitoshi quienes en silencio, se hacían una idea de lo que había llevado a ese estado a su amigo pero de momento no le preguntaron nada y la tercera fue para Katsuki quien declaró que podía hacerlo solo. Aunque Hanta y Mina vieron un rato por la tarde y Kuro también al estar preocupado por su hermano mayor.

Denki estuvo realmente mal los dos primeros días pero al tercero ya empezaba a mostrar signos de mejora e insistía con ir a la universidad y a su trabajo. Cosa que el cenizo, al ser el enfermero de turno, no pensaba permitirle.

—Tu fiebre sigue siendo de 36.5, te quedas en la jodida cama un día más —sentencio el de ojos rojos, levantando la bandeja de comida y viéndole con seriedad —Tu hermana ya llamo a tu jefe, él dijo que te debía un par de días libres y en la universidad, la enana se está encargando de tus apuntes. Si tanto te molesta tenernos preocupados, entonces apresurarte y mejora, idiota.

El rubio hizo un puchero y después, suspiro, mirando al contrario con la cabeza medio alzada y la voz rasposa debido a la tos, pregunto.

—Kacchan, ¿no le has dicho a Midoriya nada, verdad? —interrogó nervioso.

—...No. No sé porque mierda no quieres que se lo diga pero no lo hice —afirmó el cenizo —Ahora, vuelve a dormir. Me tengo que ir a trabajar pero en una hora más debería llegar tu hermana.

El menor dejo soltar un suspiro aliviado y asintió. Le había mandado a Shoto un mensaje de texto para explicar su ausencia y esa era, que simplemente se enfermo de una gripe bastante fea. Pero la razón por la cual enfermo era una distinta a la que sus amigos y hermanos sabían e intuían —porque él no confirmó nada— ya que Eijirou no pudo mantener en secreto que lo encontró en un parque con resaca y como si alguien se hubiera muerto.

La razón fue que en la noche de su supuesto encuentro sexual inventado, lo hizo con otra persona en un lugar bastante frío y por eso enfermo. Era una verdadera estupidez pero era muy creíble viniendo de él y al mandar el mensaje, el mayor solo le pregunto si se sentía bien y si quería que fuera a verlo, algo a lo que el más bajo se negó rotundamente ya que en su casa había un ir y venir de personas y a cualquiera de ellas, se les podía escapar el porque estaba enfermo realmente.