Todo por ella (1)

Capitulo 20 °Alma

Cuartel Norte. Alemania, Kiel.
3 meses de remodelación.

Nina

Han pasado 3 meses ya, el cuartel está a punto de quedar listo, no ha pasado mucho en este tiempo, no se ha vuelto a tener problemas con la construcción después del pequeño derrumbe que se solucionó en horas, y ahora es momento de utilizar los explosivos para terminar de tirar construcciones anteriores en los alrededores, así el terreno quedará más limpio para futuras modificaciones de acuerdo al ministro.

La relación con Aaron ha ido mejorando, aunque las peleas no quedan de lado, el tener mi puesto hace que siempre terminemos en alguna discusión sobre este mismo, a veces lo veo con muchas ganas de liderar, pero al final del día quiere deshacerse de toda responsabilidad en cuanto se trata de trabajo. Estuve nuevamente en el cuartel principal, esta vez sola porque no duré ni un día, solo fui a supervisar el traslado de los materiales para el laboratorio y no quería preguntas sobre ello.

Un ruido me hace voltear, es Nico que tiene demasiadas ganas de irse, pero lo he retenido porque aún no hemos terminado. Seguimos en lo mismo, solo me habla por trabajo, a veces intento limar asperezas, pero parece que siempre termina por recordar todo y me lo echa en cara, así que cansada estoy de querer arreglar esa amistad que alguna vez tuvimos y ahora ya no existe.

Si soy sincera conmigo misma la verdad es que tengo miedo. Tengo miedo de seguir perdiendo personas en mi vida, desde Ludo aprendí que una persona puede ya no estar contigo de un momento a otro, luego Nico que se ha portado hostil, tiene demasiado rencor y no sé qué más hacer para que deje de sentirlo, para que entienda que todo lo que hice no fue con una intención, que solamente no supe manejarme bien y ahora estoy haciendo lo mejor posible.

—¿Tienes claro cómo se van a mandar y retirar? —repito para asegurarme que tiene el plan en mente.

—Por última vez —inquiere Nico con molestia —está todo listo.

No le respondo, está molesto de tantas veces que le pregunto, pero esto no puede salir mal. El ministro confía en mí y debo de rendirle cuentas positivas siempre. Tomo mi dispositivo y contacto a Aaron. Los explosivos se van a mandar dentro de un helicóptero donde el piloto los dejará en el punto que el ministro nos indicó y así poder detonarlas a largo alcance. Aaron, Neal y Brent están cargando el helicóptero.

—Escucho.

—¿Cómo van?

—Todo listo —responde.

—Regresen —termino la comunicación.

—Ni un te quiero —inquiere Nico burlón —ya no me siento mal.

Si, solo me habla para trabajo, pero sus comentarios sarcásticos no se detienen, aunque solo lo hace cuando estamos solos y tampoco le he dicho nada a Aaron, terminaría devolviéndolo al cuartel principal sin duda. Desde que conocí a Nico ha sido una persona demasiado cariñosa, su lenguaje del amor es estar pegado a su pareja, algo que no funcionaba conmigo, muchas veces tenía que llegar al punto de incomodarme para no hacerlo sentir mal, ahora sé que fue un error y él sigue sin verlo.

Evito contestarle, me concentro en contactar al ministro para darle los últimos detalles.

—Todo listo, el piloto saldrá dentro de cinco minutos —le informo al ministro que contesta en cuestión de segundos.

—Muy bien Nina, te comunico que el seguimiento de los explosivos lo haremos nosotros —frunzo el ceño, Nico voltea a verme.

—De acuerdo ministro, pero me gustaría igual estar al tanto.