España, Academia Fitz.
Nina
Bajar del auto con 3 bolsas que me doblan el tamaño y dos cajas grandes, no es la mejor decisión, pero no me rendiré. Siendo catorce de febrero he decidido celebrarlo, justo ayer pensaba que era un poco tonto hacerlo, total, no tengo novio, pero amigo sí. Me puse de acuerdo con Fernanda para hacer una reunión en la academia, ella como buena enamorada me dijo que sí, los demás solo pusieron emojis. He intentado no ver el celular desde que me levanté, es demasiado probable que Aaron no ponga un solo pie aquí hoy, no es día de clase o ensayo, tampoco es una celebración que tenga que festejar, así que solo quiero enfocarme en mis amigos.
—¿Necesitas ayuda? —no reconozco la voz, así que termino volteando.
—Dylan, hola —sonrío de lado, es compañero del entrenamiento.
No vuelve a preguntar nada, tomando las bolsas y la caja sin problema, solo me quedo con una. Cierro el carro, empezando a caminar.
—Parece que van a celebrar con todo —dice mirando de lado todos los arreglos en la caja.
—Si, hoy me levanté con muchas ganas de celebrarlo.
—¿Lo harás con alguien en específico? —pienso antes de contestar, la realidad es que Dylan me ha invitado en ocasiones a salir, siempre con amigos, pero nunca le he podido decir que sí, o más bien, nunca he querido.
—Con mis amigos, también es día de la amistad —le recuerdo, pasamos por la entrada y nos movemos hacia el Ala de teatro, creo que nunca ha estado aquí porque deja que yo lo guíe.
—Entonces van a celebrar aquí.
—Una pequeña reunión entre amigos.
Dejamos las cosas en la mesa que he dejado puesta desde temprano. Parece quiere preguntar algo, pero se lo piensa. Escucho que suspira antes de acercarse.
—Me gustaría que algún día me aceptes una salida.
Me quedo en silencio, no tengo idea sobre qué responderle, siempre ha insistido y aunque me cae muy bien y es guapo, no me gusta, no quiero salir con él cuando del que estoy enamorada sigue allá afuera.
—Dylan...—puede sentir mi rechazo en cuanto empiezo a hablar, retrocede un paso —realmente me caes muy bien, te considero un amigo, pero nada más.
Asiente lentamente.
—No quiero darte alas a algo que probablemente no vaya a poder seguir, no quiero lastimarte —me mira a los ojos, intento descifrar cuánto se enojará, a nadie le gusta que lo rechacen. Para mi sorpresa sonríe levemente.
—Eres la primera que me dice algo así.
—¿A qué te refieres?
—Nada, solo no había conocido a alguien que me dijera que no quería lastimarme.
—Muchas personas lo dicen, a veces con otras palabras, pero lo hacen.
—Me caes muy bien Nina, espero que esto no afecte nuestra amistad —niego.
—No lo hará, no te preocupes, y gracias —me refiero a las bolsas y caja.
—De nada, espero verte pronto en el entrenamiento.
Termina por salir, sorprendentemente no me siento mal por haberlo hecho, le dije la verdad y él lo entendió a la primera. Pensé en contarle que estaba enamorada de alguien más, pero gracias filtro por no irte en este momento. Me enfoco en sacar todos los arreglos, cortinas de corazón, globos rojos, brillantina roja y rosa, manteles con dibujos de cupido. Fernanda me dijo que había pedido un pastel, y alguien más traería comida, la verdad en eso ya no me fijé.
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Todo por ella (1)
Ciencia FicciónNina Meyer tiene como objetivo ser la mejor líder en su cuartel después de la devastación en el mundo, sin embargo, no tiene idea de lo que se avecina cuando se reencuentra con unos ojos grises muy característicos de su antigua vida. "El comienzo de...