Cuartel Norte. Alemania, Kiel.
Nina
Salgo de la habitación de Laila intentando no hacer ruido, sigue dormida, le he dado el día, necesitará tiempo para asimilar esto, sé que ella es fuerte, pero también debe hablarlo con Derek. Tal como lo imaginaba, esto no es una noticia que se puede tomar a la ligera, desde el primer momento que se fueron los doctores y asimilé lo que habían hecho, supe que todo estaba mal, no debieron quedarse callados, no debieron realizar esa cirugía sin notificarnos mínimo minutos antes, sé que ellos hicieron lo posible para salvarla, y lo agradezco, pero tampoco fue lo más profesional dejarme esa carga a mí, me dolió mucho decirle a Laila, y no puedo ni imaginarme cómo ella lo sintió y se siente ahora, diga lo que diga o haga lo que haga, esto no es mío, es de ella.
Recuerdo una conversación que tuve con Laila hace tiempo, siempre hablando de formar una familia, algo que yo ya no buscaba ni estaba en mis planes, eso no significa que no me hubiera alegrado en algún futuro estuviera embarazada. Hoy necesito distraerme un poco de todo lo que ha venido pasando en estas semanas, mañana es un gran día y por alguna razón me siento emocionada. Dejando atrás la habitación de mi amiga, camino por el pasillo, aún es temprano, pero no tanto para que todos sigan dormidos.
Entro a mi habitación, escucho la regadera, Aaron se está duchando. Honestamente pensé que no se quedaría aquí, tenía semanas sin decirle algo sobre volver a dormir juntos, los últimos días han estado libres de cualquier miedo en mis sueños, me he sentido más tranquila al dormir. Me adelanto hacia el baño, mientras me voy quitando la ropa, no tengo tiempo para esperarme a que salga.
Si claro.
—¿Nina? —menciona en cuanto abro la puerta.
—Si —muevo el cancel de vidrio polarizado, realmente estoy feliz de este nuevo baño.
No dice nada en cuanto me ve desnuda, solo lo muevo haciendo que el agua me empape en segundos.
—Claro, puedes entrar —dice divertido sin quitarme la mirada de encima.
—Es tarde —intento tomar el jabón, su mano me detiene.
—¿Muy tarde como para esto? —sus palabras chocan con mis labios antes que me bese.
Rodeo su cuello, mientras el agua cae por mi cabello y mi espalda. Sus manos suaves que se pasean sobre mi piel, mientras una chispa caliente crecía dentro solo por su contacto, me quita el jabón, esparciéndolo por el resto de mi cuerpo. Disfrutamos del cuerpo del otro mientras nuestras bocas siguen en contacto, yendo y regresando al mismo lugar.
—Si sigo tocándote de esa manera puede que tardemos más de lo debido —susurra sobre mi boca, siento sus manos subir y bajar, deteniéndose en mis endurecidos pechos.
—Eso es lo que quiero —mis sentidos saltan en cuando ambas de sus manos se ubican en mi culo, pegándome a él.
Una caricia en mi clítoris me hace abrir la boca, buscando aire, mis rodillas se convierten en gelatina debido a los movimientos circulares que ejerce en mí.
Pienso en cómo al principio me resistía, no quería tenerlo cerca, le había pedido a Neal que hablara con sus contactos para no tenerlo aquí, y me miro ahora, entre sus brazos, demasiado excitada y con sus dedos en mi zona.
Lo miro a los ojos por unos segundos, están llenos de deseo, el mismo que yo también tengo por él ahora. Ancla sus dedos en cada lado de mis caderas, acariciando levemente antes de volver a besarme con vehemencia. No quiero que esto acabe, nunca.
Puedo ver cómo me ve, algo que antes no había visto, no sé si esto se ha generado por lo que ha pasado actualmente, pero no me importa. No deja que nuestros labios tomen distancia en ningún momento, para ahora puedo sentir su erección chocando con mi vientre, mueve los labios con lentitud, parece que no tenemos ni un gramo de prisa y eso me gusta. Esto es diferente a las otras veces.
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Todo por ella (1)
Ciencia FicciónNina Meyer tiene como objetivo ser la mejor líder en su cuartel después de la devastación en el mundo, sin embargo, no tiene idea de lo que se avecina cuando se reencuentra con unos ojos grises muy característicos de su antigua vida. "El comienzo de...