Cuartel Norte. Alemania, Kiel.
Nina
La pena puede ser una carga, pero también un ancla. Te acostumbras al peso, cómo te mantiene en su lugar —Sarah Dessen.
Una parte de mi ancla era ella, y aún no logro terminar de comprender que la he perdido. Una hora después de su muerte entré en un estado de crisis, porque me acababa de dar cuenta que no la volvería a ver, tres horas después quise salir a buscarla y verla con mis ojos, porque no podía aceptar que se hubiera ido, estuve toda la noche despierta, creando mil y un escenarios diferentes donde ella no tuviera que haber muerto, pero ninguno de esos escenarios pasó. Me pesan los párpados del cansancio y de tanto llorar, pero cuando suena la alarma gimo de tristeza al saber que tengo que levantarme y dar la cara a cientos de personas, ver a todos y no poder romperme en llanto porque no serviría de nada. Llevo 3 días sin poder dormir, a lo mucho descanso dos horas y vuelvo a despertarme llorando porque tuve una pesadilla, pero ya no puedo quedarme más tiempo encerrada.
Me siento en mi cama y levanto la mirada en la penumbra, en el mueble yacen las pertenencias de Ludo, era una de las mejores personas que tenía y ahora ya no está.
Duele, pero termino levantándome de mi cama y caminar directo al baño, que se encuentra a tan solo unos pasos. Ser Líder-Legatus me da el beneficio de tener mi propio baño, y en este momento agradezco no tener que convivir con otras personas, me sostengo de la pared mientras el agua cae por mi cabeza y termina por humedecer mi cabello y mi cuerpo. El agua caliente hace arder mi piel, pero a la vez relaja mis músculos, no puedo evitar dejar caer unas lágrimas cuando recuerdo cómo acabó todo.
Un golpe me hace volver a la realidad.
—Buenos días, Nina, ¿te esperamos hoy? —escucho a Laila a lo lejos.
—No tardo —contesto cortante.
No quiero ser grosera, pero no estoy se humor para ser amable ahora.
—Lo siento, ya sabes cómo son —dice, dejándome sola nuevamente.
Laila, mi mejor amiga, es una de las personas que ha estado para mí en los últimos años. La conocí cuando despertamos de las cámaras criogénicas, entrenábamos juntas, la última vez que me sentí en la cuerda floja con ella fue cuando la secuestraron por dos semanas y no tenía idea de su paradero. La alemana es una muy buena legatus, 4 años de amistad nos respaldan y más que el tiempo son los momentos y las situaciones que hemos enfrentado juntas.
Así que se podría decir que también es como mi hermana. Y Ludo igual lo era.
Termino de vestirme e intento recordar qué día es hoy para saber con quién me toca entrenamiento. El uniforme es básico, pantalón y blusa de entrenamiento, negro y con el escudo de Gem-Elli.
Necesito enfrentarme a todo el cuartel, informarles sobre lo que pasó hace unos días, aparte deben de estar alertas después de esto.
Salgo de mi habitación y comienzo a caminar por el pasillo, intento no mirar hacia la puerta de Ludo cuando paso junto a ella. Me adentro a los pasillos que a simple vista se ven indescifrables para salir pero después de estos años me sé de memoria el camino.
Llego al área general, todos se encuentran ahí esperándome, y camino con paso decidido donde se encuentra Laila y Nico. Se sorprende cuando me ve, he estado evitándolo desde que me enclaustré en mi habitación después de llegar de la misión.
Todos se encuentran formados, más de 250 personas esperan a que hable y eso hago, pero la presencia de Neal llegando a mi lado me detiene por unos segundos.
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Todo por ella (1)
Ciencia FicciónNina Meyer tiene como objetivo ser la mejor líder en su cuartel después de la devastación en el mundo, sin embargo, no tiene idea de lo que se avecina cuando se reencuentra con unos ojos grises muy característicos de su antigua vida. "El comienzo de...