Capítulo 29 °Adiós

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Cuartel Norte. Alemania, Kiel.

Nina

Las personas dicen adiós diariamente, como una despedida temporal, sin saber qué tanto puede significar esa palabra, esas cinco letras, sin saber si puede ser la última vez que las digamos. Porque si hace unas horas me hubieran dicho que esto no acabaría bien, diría que están locos, era una simple inauguración, nada que involucrara a alguien más allá que Gem-Elli, pero las cosas no siempre resultan como uno las espera.

Aún no ubicamos en dónde se encuentra el ministro, se supone que la seguridad lo ha movido, no sabemos dónde. Aaron, Brent y Lila están desaparecidos, Tom intenta ubicarlos, Laila y Neal nos avisan que están seguros preparándose con otros pugnators, pero todo es un caos.

Para esto hemos sido entrenados, literalmente, para la guerra, solo que no pensé que en algún momento tendríamos que enfrentarnos a los brios, no de esta manera, no bajo un ataque a mi propia casa, con mis amigos y compañeros.

Mientras tomamos lo necesario el sistema se apaga, Tom intenta conectarse de nuevo, pero es imposible y es cuando Derek me vuelve a decir que hay que pedir refuerzos, lo hago, mandando un mensaje a los cuarteles, pero no sirve de nada. Un déjà vu de los que nos contaron los del cuartel sur, un déjà vu de cuando murió Ludo, empiezo a preocuparme excesivamente, si esto no funciona, nadie saldrá vivo, tengo que ayudarlos, de alguna manera.

—Tengo que encontrar a mis amigos —intenta irse, lo detengo.

—Ahora solo tenemos 10 minutos antes que lleguen aquí —señalo las cámaras —hay que pensar en algo.

Vuelve a vibrar el dispositivo, dejándome el mismo mensaje. "No lo hagas", ¿que no haga qué? Pienso de nuevo en Aaron y Brent, ¿y si los brios los secuestraron?, los sistemas dejaron de funcionar por varios minutos y ya sabemos que tenemos a uno de ellos más cerca que nunca, y también sabemos que nunca actúan solos. Neal entra por la puerta.

—¿Encontraron algo?

—Nada, parece que se los trago la tierra —murmuro desesperada. Tom no quita la mirada de la pantalla.

—¿Qué podemos hacer? —pregunta Derek.

—¿Tom?

—Tengo un plan —murmura —es riesgoso, pero puede funcionar.

—¿Qué tienes en mente?

—Si queremos hacer algo diferente a lo que nosotros hicimos en el sur, es hacerles creer que han ganado, tenemos una ventaja aquí, podemos mandar a todos al viejo cuartel, que crean que nos escondemos, pero yo puedo controlar las entradas y salidas de ese cuartel con el sistema de cierre, así que no podrán salir, podemos soltar gas por medio de la ventilación y subir cuando sea seguro, con armas y listos para pelear, nos daría tiempo a ver cuántos son.

Parece un plan sumamente armado en tan solo segundos, pero se supone que no deberíamos escondernos, aunque ahora no es momento de pensar en eso, así que en cuestión de minutos todos nos ponemos de acuerdo para hacerlo posible, mandando la instrucción clara, insisto con Aaron, no consigo respuesta.

—¿Estás de acuerdo? —Neal me detiene antes de salir con los demás, nos quedamos solos.

—Es la única manera, estoy segura de que son ellos.

—Entonces vamos —mueve la cabeza.

Antes de salir le enseño lo que vi por las cámaras, queriendo que haya otra posible respuesta a lo que nos muestra la pantalla, no llegamos a una conclusión, porque realmente es posible que no exista. Decidimos salir, no queremos perder más tiempo del que ya hemos dejado de lado.

Todo por ella (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora