Capítulo 24

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C a p í t u l o  2 4❛Cuida de ellos❜

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C a p í t u l o  2 4
❛Cuida de ellos❜

[...]

Farye. El apellido que había quedado grabado en el.

El Reino de Azura. Un Reino ubicado a las lejanías de la isla de los cuentos de hadas, sus más cercanos vecinos estaban al norte de la isla.  Era un Reino como cualquier otro no era perfecto. Y eso a el rey sin duda le molestaba.

Rey y reina Farye.

Ella era una mujer muy bella, extraordinaria, amorosa, dulce delicada y muy bondadosa. Mientras que el era un hombre respetable, temible, severo, arrogante, autoritario, superficial y exageradamente perfeccionista.

Su primer y único hijo fue un varón. De cabellos castaños, piel blanca y ojos cafes, con un tono amielado, tan parecido al de su madre. El orgullo prevaleció en su padre. Pues su primer hijo había sido un varón, agradecía a los dioses por no haber sido maldecido con una niña.

Y al tener cargando en sus brazos por primera vez a su hijo solo sintió orgullo, era su más grande orgullo, por primera vez el semblante sereno de aquel hombre había cambiado a uno de felicidad.

Quizo a su hijo y lo convertiría en lo que el era un gran y perfeccionista rey. Sería su ejemplo a seguir. Tener a su hijo lo lleno de orgullo.

Lo llamó Merlín.

El niño se convirtió en el príncipe Merlín Farye. Amado por su reino, teniendo el privilegio de nacer en la realeza.

Pero ¿Realmente era un privilegio?

Al menos en la familia de los Farye era una maldición. Pues generación tras generación eran tratados de la misma forma.

El niño creció, siendo rodeado de diferentes escenarios, que en su mayoría fueron violentos, pero a pesar de eso, amaba explorar el mundo a su manera, amaba sentir la libertad, ser el mismo. Pero ante los ojos de su estricto padre solo sentía terror de hacer todo eso.

Cuando sea grande quiero ser un gran guerrero, y salvar al mundo — Un niño lleno de ilusiones y fantasias jugando en el gran salón.

Su madre sonreía al verlo, reía por la forma tan linda en la que se expresaba su pequeño hijo. Pero su padre no estaba deacuerdo con las ideas de su hijo. Tenía que sacarlo de su mundo de fantasias y lo haría, costando lo que fuera. Pues su hijo tenía que ser tal y como el lo fue. Siguiendo el legado de los Farye.

La perfección es todo Merlín. Debes lucir perfecto. Las personas prefieren la belleza antes de la fealdad.

Esa frase tan errónea pero a la vez tan real de su padre quedo grabada por siempre en la cabeza de el niño.

Eras Tú || Merlín (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora