¡Holi! Estoy bastante liada últimamente, así que no sé si podré traeros el capítulo los lunes seguro, creo que si, pero lo digo por si vuelve a pasar y lo subo un día después, ¡espero que os guste!
-Fondly.❤
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— ¿Estás seguro de que no quiere venir? —le pregunto por décima vez.
— No Bee, de veras.
— Pero, ¿Por qué? —miro a Mason haciendo pucheros, pero no sirve, no con él.
— Nate no me ha invitado a mi, te ha invitado a ti, además, mañana trabajo.
— Excusas baratas. Primeramente, trabajas a las 14:00. Te da tiempo de sobra. Y en segundo lugar. —me muevo hasta el armario, dejándole mirándome desde la puerta. — No es como si la discoteca fuera de Nate. Me ha invitado a ir a una discoteca pública, y yo te invito a ti. —Saco los tacones del armario, y lo cierro.
— No, gracias, hoy no me apetece, otro día, ¿vale? —Paso por su lado y me dirijo a la sala de estar.
— Bueno, me rindo. —digo mientras me siento en el sofá y el se coloca detrás de mi.
— Pero tu pásalo bien, Nate es un buen tipo, va a hacer que te diviertas seguro.
— Lo sé, tranqui.
Me pongo los tacones, me echo en el respaldo del sofá, y miro hacia arriba para ver a mi amigo. Me coloca las manos en ambos lados de la cara. Se agacha y me deja un beso en la frente.
— Y diviértete, por favor, que lo necesitas. —me dice dándome un golpecito en la nariz.
— Si, papa. —digo poniendo los ojos en blanco.
El móvil suena en mi cuarto.
— Yo voy. —dice mientras se pierde en el pasillo.
Lo coge, y escucho como habla con Nate.
Cuando se sienta a mi lado y corta la llamada, me da un abrazo.
— Venga que te espera abajo. —le correspondo el abrazo, y me pongo en pie.
Me miro por última vez en el espejo de la entrada, contenta con el resultado. Mason me ha elegido el atuendo.
Abro la puerta y salgo junto a Mai. Bajamos hasta su casa, y se para en su puerta.
— Nos vemos mañana Mai. —le digo dándole un beso en la mejilla.
— Hasta mañana Bee. —dice mientras bajo las escaleras.
Nada más salir por la puerta, escucho como me silban.
— ¡Madre mía!¡Estás tremenda! —grita Nate saliendo del coche.
Me vienen a la cabeza las cámaras que hay aquí fuera desde las que me vigila Thiago. Rezo por que no sea él quien me esté mirando.
Me acerco a él, y cuando llego a su lado, me echa una mirada analizadora de arriba a abajo. Yo hago lo mismo, está super atractivo. Lleva unos pantalones chinos negros, y una camisa abierta por los primeros botones azul marina.
— Hola idiota. —digo con una sonrisa.
— No me insultes ya. —dice con el ceño fruncido de manera divertida.
— Estás guapísimo. —digo mientras dejo que me rodee la cintura para acercarme a él. Me deja un beso donde siempre, y me mira.
— ¿Pero tu te has visto? —pregunta mirándome de nuevo.
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Jefe de la mafia.
Roman d'amourThiago Henderson es una de las personas mas excéntricas que puedes echarte en cara, y no es ni más ni menos, que uno de los jefes de la mafia más importantes de todo New York. Sus manos están manchadas por los miles de crímenes que ha cometido. Pero...