Jefe de la mafia.

Capítulo 62 parte 2.

Primero de todo, siento mucho la tardanza.

He estado de mudanza, he empezado clases... ya sabéis, ahora tendré menos tiempo, pero intentaré traeros capítulos todas las semanas o siempre que pueda, espero que la extensión del capítulo recompense al tiempo que os he tenido sin nada.

—Fondly.❤

________________________________________________________________________

Capítulo con escenas +18 explícitas.

Debo de mirar a Nate de una manera muy rara, por que me mira preocupado.

— No sé quien pensabas que era, pero es solo Lucy. —me aclara. El temor, es reemplazado por nervios. 

Al principio pensé que podría ser Derek, luego pensé en Thiago, y en que podría haberme visto con Jay, y luego, en cualquier persona con intenciones de hacerme daño. 

¿Qué querrá Lucy? ¿Enviarme a la mierda? ¿Dejar el tema pasar y volver a lo que éramos? Rezo por que sea lo ultimo.

Por otro lado, mi cabeza no para de golpearme constantemente recordando los labios de Jay sobre los míos. Por una parte no pensaba que él fuera a hacerlo, nunca lo había visto con esas intenciones. Quizás fuera el alcohol... No, ni en broma, solo ha bebido dos copas, está más consciente que cualquiera en esta fiesta. 

A diferencia de mí, yo estoy más atrevida de lo normal, y no sé si el beso con Jay ha sido por eso, o por que realmente he querido. Sinceramente me da miedo, por que tiro más por la segunda opción. No sé si eso sea bueno.

— ¿Becca? ¿Estás bien? —pregunta entonces Jay, rozándome el brazo. Me giro de nuevo hacia él.

— Si, esto... Tengo que ir a hablar con Lucy. —le respondo. Asiente varias veces. Nunca lo había visto así, está entre nervioso y asustado. Jay no es así, así que no entiendo del todo que le pasa.

— ¿Vienes, Mayer? —me pregunta entonces mi amigo. Asiento y dejo que me agarre del brazo para apoyarme en él. Me saca de la pista, y me giro para ver a Jay. Se ha quedado con los chicos.

Nate me lleva hasta nuestra mesa, allí veo a Lucy junto a Tanner, su novio. 

— Aquí la tienes. —dice Nate a mi lado. Cuando pienso que se va a ir, coloca su mano en mi espalda baja, llamándome la atención. Se pega a mi oído. — Luego tienes que contarme lo de Jay. —susurra. 

Le miro con los ojos abiertos. Pensaba que no me habían visto. 

— ¿Lo has visto?

— Como no iba a verlo Becca, habéis estado comiéndoos el uno al otro como cuatro minutos. —dice con los ojos abiertos, divertido.

Por Dios, pues si que perdí la noción del tiempo.

Le pongo mala cara, y se aleja dejándome sola. Miro hacia mi amiga.

— Hola Becca. —me saluda su novio. — Me alegro de que estés bien, y de verte. —me confiesa.

— Gracias Tanner, también me alegro de verte. —digo con alegría. 

— ¿Podemos salir fuera? —me pregunta Lucy. Está seria.

— Claro.

— Espera aquí, ahora volvemos cielo. —le dice a su novio. Él asiente. Me dedica un gesto de la mano con el dedo pulga hacia arriba. Sabe que estamos enfadadas, pero no sabe por qué.