Jefe de la mafia.

Capítulo 72.

— Venimos con noticias. —dice Thiago cuando entra por la puerta y todos se quedan callados de repente. 

— ¿Buenas o malas? —pregunta Lucy.

— Depende de cada uno tomarlas como buenas o como malas.

— Dejadme adivinar, os habéis vuelto a liar. —dice Marc. Matt suelta una carcajada a la vez que Luc.

— Yo apuesto a que no, aún no, pero dales tiempo.

— Queréis callaros y escuchar, idiotas. —digo mientras dejo que Thiago me siente entre Mai y Lucy que me hacen un hueco.

— Venga, escupid. 

— Vale, primero lo importante. —Se mueve hasta delante de la mesa, para que todos le miremos. — Hemos tomado una decisión.

— Has. —digo yo. — Bueno, ha pero yo he aceptado, tampoco es que me quedara más remedio pero...

— Déjame hablar. —me advierte. Yo me callo. — Dadas las circunstancias, ha llegado el punto de que Becca se quede con nosotros de nuevo.

— ¿Qué? —dice Lucy. Mai no dice nada, pero noto como se tensa a mi lado.

— ¡Toma! —grita Matt. Yo rezo a todo lo que conozco para no reírme, no es buen momento para hacerlo con mis dos mejores amigos aquí maniobrando por encontrar otras alternativas que no sean dejarme de nuevo encerrada con un tipo de la mafia.

— Se sabia. —dice Eric, cruzando los brazos. No le veo un atisbo de nada por lo que no sé si se alegra o de lo contrario está en desacuerdo.

— Me debes dinero Marc. —dice Nicolas, en dirección a este. Les miro con los ojos abiertos, luchando de nuevo por no reírme. — ¿Qué? Se vía venir Bequita.

— ¿Podéis callaros todos un momento? Esto es serio.

— Becca no va a quedarse aquí, no de nuevo. —habla por fin Lucy.

— Lucy... —comienzo yo.

— Lucy, no. He estado meses separada de ti, sin saber como estabas, ni si quiera sabía si estabas viva o no, no volveré a pasar por eso, ni tu ni yo.

— Lucy, eso no va a volver a pasar. —digo yo.

— ¿Cómo puedes estar tan seguro de que aquí estará a salvo?¿No era su apartamento el mejor sitio? —le espeta a Thiago. 

— Lo era hasta que la descubrieron, lo era hasta que le enviaron un corazón a su casa en amenaza. He pensado en mil opciones más antes que esta, créeme, todas las opciones que se te ocurran habrán pasado por mi cabeza ya, pero finalmente, no queda otra. Aquí es el sitio donde más tranquila puede estar, donde más segura va a estar. Siete tíos que están preparados para lo que venga encima estarán viviendo con ella, por tu seguridad no te tienes que preocupar.

— ¿Entonces por que la secuestraron dos veces? —Ataca ella. 

La miro sorprendida, pero a Thiago no le afecta lo más mínimo.

— Aprovecharon mínimos segundos en los que bajó a beber agua o en los que fue al puñetero cuarto de baño un minuto, pero créeme que si hace falta que le acompañe al baño o por la noche a donde sea que tenga que ir, lo haré. Además, he asegurado los alrededores. Cualquiera que entre sin autorización primero, volará por los aires, las puertas y ventanas están más protegidas de lo que podrías llegar a imaginar, y tenemos cámaras en cada rincón por si en algún tal caso algo pasara. 

Lucy se queda callada, y me mira a mi.

— ¿Tú que opinas? —me pregunta.

— Opino que estoy harta de huir, harta de moverme con miedo y que por mucho que me joda no hacer vida como antes por un tiempo, prefiero estar aquí a estar en cualquier sitio, todos aquí estamos mucho más a salvo que en cualquiera de nuestras casas. No sabes con quienes estamos tratando, podrían encontrarme en cualquier sitio, sea la casa a la que vayamos, me encontrarían, créeme.