Prepararon las provisiones necesarias para salir en busca de información sobre el paradero del dragón menor, la bruja insistió en que se cambiaran de ropa, principalmente el par de cazadores, ya que podrían arriesgarse a que algún guardia real los reconozca e intente encerrarlos, al menos al rubio, el cual no era muy amistoso con las autoridades y con nadie en general.
Guardaron comida, medicamentos y otros objetos para algún hechizo que requieran.
Salieron con los primeros rayos del sol y se encaminaron dentro del frondoso bosque que rodeaba la choza de la hechicera, caminaron bastante tiempo o al menos eso sintieron los dos que no estaban tan acostumbrados a viajar a pie. El pequeño peli verde al notar esto intentó aminorar el pasó y decirle a su compañero que esperara a los otros dos.
- Si seguimos así no llegaremos ni en una maldita semana - el rubio cenizo estaba lo suficientemente enérgico para seguir toda la noche, pero también sabía que aún para él eso sería peligroso.
- Y también sería más rápido si pudiera volar, pero el punto es no llamar la atención de ladrones o lobos Bakugo - el pelirrojo estaba exhausto, nunca en su vida había caminado tanto, (al menos no en su forma humana) así que no contaba con una resistencia muy buena.
Después de un pequeño desacuerdo entre esos dos, se decidió que seguirían caminando un poco, al menos hasta llegar a un claro cercano; el cual ya era bien conocido por dos de estos viajeros.
Al llegar a dicho claro el dragón subió de una manera muy ágil a un árbol considerablemente alto, por mucho que intentara no parecerlo, el dragón seguía un poco reacio a confiar plenamente en las personas que estaban ahí; mientras el dragón parecía no querer bajar, los demás se dispersaron un poco. Ochako y Midoriya fueron a llenar las cantimploras de agua y a buscar alguna sombra para descansar, Bakugo realmente parecía tener mucha energía así que se metió en el bosque para cazar algo.Pasaron unos minutos y todos lucían con más energía, así que la hechicera fue a buscar al cazador cenizo mientras el otro subía a buscar al pelirrojo.
- Kirishima, creo que sería buena idea que nmm...- el chico no pudo terminar su frase cuando una mano cayó en su boca, el pelirrojo estaba bastante tenso y parecía alterado.
- No hagas ruido, van a encontrarnos - el chico parecía muy confundido así que el pelirrojo le señaló el suelo con la cabeza.
Cuando bajó la mirada, el cazador entendió el sigilo con el que se movía y hablaba el dragón. Había tres personas cerca de sus pertenencias, junto con dos perros que no parecían muy amistoso. Seguramente se trataba de cazarecompensas.
Aunque eso no era lo que más le preocupaba, los hombre iban armados y eran bastante corpulentos.
- Ochako y Kacchan están todavía en el bosque, no creo que sea buena idea que los encuentren - el peli verde susurró muy cerca de la cara del otro para que no llegasen a escucharlos. Realmente estaba preocupado, más por lo que pudiera provocar su agresivo amigo que por lo que pudieran robarles - Crees que podamos encontrarlos antes de que se percaten de nosotros?
El dragón se lo pensó un poco, realmente no creía que pudieran hacerlo, ese rubio era demasiado ruidoso y busca pleito, pero sabía que no le convenía dejarlo.
- Aguarda aquí, vendré por ti - dicho eso, bajó tan ágilmente del árbol que ninguno de los hombres lo vió.
Mientras tanto, Ochako aún no lograba encontrar al testarudo cazador. Que tan lejos pudo haber ido?! No creía que él solo hubiera ido al pueblo, era muy arriesgado que llegasen a verlo por ahí.
Casi como si sus pensamientos hubieran invocado al chico rubio cual vil demonio, este apareció de detrás de los árboles con un par de conejos el la mano.
- Que mierda haces aquí bruja - el rubio estaba algo sucio y con algunos rasguños, posiblemente de algún arbusto.
- Te estaba buscando, estamos por irnos y tu seguías aquí afuera.
El cazador estaba por replicar cuando escucharon los ladridos de unos perros, obviamente eran rastreadores, su ladrido era muy fuerte. Ambos fueron a esconderse a unos arbustos, más por petición de la hechicera que por gusto del rubio. Él no era alguien que se escondiera de esos cazarecompensas, pero sabía que podía arruinar el plan si los capturaban.
Los sonidos de los perros y de sus dueños eran cada vez más audibles, el rubio estaba a punto de saltarles encima, si no fuera por unas manos que lo aprisionaron contra un cuerpo y lo hicieron callar.
- Mgh?!!
- Ni siquiera lo pienses - el dragón estaba detrás del rubio, cubriendo su boca y sosteniendo su cintura para evitar que fuera tras los hombres que empezaban a alejarse, aunque este no parecía querer cooperar mucho ya que no dejaba de moverse e intentar quitar sus manos - Harás que nos maten.
Estuvieron callados y en esa posición hasta que vieron que los hombres se alejaron lo suficiente para no escuchar los posibles gritos de indignación del rubio.
Para sorpresa de todos (y del mismo rubio) el chico se quedó callado y solo dio la vuelta para volver por sus cosas.
Regresaron al claro y vieron que el peli verde ya había guardado todo.- Creí que los habían encontrado - el chico parecía algo alterado, pero más tranquilo al ver a los tres sin un rasguño, aunque el rubio llevaba unos pocos, pero eso era habitual en él al salir a cazar.
- Descuida, estamos bien - la castaña sonrió al chico y tomó su bolso.
Todos revisaron que no les faltase nada y emprendieron de nuevo el camino hacía el pueblo, lo distinto fue el acomodo de los viajeros, Ochako e Izuku iban al frente conversando sobre los posibles caminos a tomar, para evitar otro encuentro inesperado, y Kirishima detrás de ellos viendo el paisaje, lo raro era que el cenizo fuera de último y algo más pensativo de lo usual, no era algo que le molestara, pero después de lo que ha estado conviviendo con el cazador, sabía que eso no era una muy buena señal. El dragón bajó el paso y se acercó curioso al chico.
- Todo en orden?
-...
El rubio parecía no haberlo oído, eso o lo estaba ignorando, algo que solía hacer para quitarse al dragón de encima.
- Bakugo?- intentó una segunda vez, era extraño ver tan callado al humano gruñón.
- Eh? - el chico parecía haber despertado del pequeño trance en el que aparentemente se encontraba.
- Que si estás bien, estás muy callado.
- Ah?!! Y a ti que te importa estúpida lagartija - y ahí estaba. Luego de eso el rubio se le adelantó y no lo miró por el resto del camino.
"Los humanos sí que son raros"
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Fuego Blanco - °BAKUSHIMA°KIRIBAKU°
Fanfiction"El Ikran de cristal será el único en decidir el destino del hombre..." -Qué estupidez, yo seré el único en decidir mi propio destino... -Fantasy AU -Mención de OCC -Vocabulario agresivo, altisonante, grosero, como quieran llamarle Primer historia...