Capítulo XV

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En esa mañana los viajeros se juntaron en una taberna cerca del centro del pueblo para discutir el tema importante, como iban a entrar a Kain, el reino del que era gobernante el rey Endevour.

- Realmente entrar no sería un problema - empezó a hablar el pecoso - el verdadero problema sería salir, la guardia del rey siempre ha sido conocida por ser sumamente leal al rey y a sus órdenes.

- Qué clase de órdenes?- el dragón tenía muy poco conocimiento sobre las leyes humanas y sobre sus reinos.

- Ese maldito hará lo que sea necesario para que no pongamos un pie fuera de su reino si se entera de que estamos ahí - el rubio parecía tener serios problemas con el monarca.

- Sigo sin entender cual es el problema con que ustedes dos entren a Kain, han tenido peleas con ese hombre?

Un silencio bastante grande hundió por un momento la mesa en la que estaban los chicos.

- No es de tu incumbencia lagartija.

- Podríamos pedirle ayuda al príncipe - la hechicera intentó cambiar un poco el tema, sabía como se pondría el rubio si seguían - recuerdo que eran muy apegados, no Izuku?- esta vez la bruja miró al peli verde con picardía.

- Q-que? A Todoroki? No l-lo he visto en muchos años.

- Oh vamos, no pudieron haber perdido tanto contacto, no crees que nos ayudaría? Recuerdo que a él tampoco le gustaba el modo en que su padre manejaba al reino y sus comercios.

- Lo sé pero-

- No...

Un pequeño silencio de pregunta se extendió

- A que te refieres con no Bakugo - la hechicera sabía a donde iba a terminar eso, pero estaba cansada de la actitud del cenizo.

- No vamos a pedirle ayuda a ese mitad y mitad.

- Vamos Kacchan, no creo que sea tan mala idea - el rubio no parecía muy convencido así que el peli verde intentó algo más - además, él nos ayudó cuando...

- He dicho que no!!- el rubio empezaba a perder la paciencia, así que salió hecho una furia.

Al levantarse lanzó el banco hacia atrás y este cayó, provocando un ruido que atrajo la atención de varias personas del bar.

- Iré por él - dijo el pecoso con un suspiro para ir por su ruidoso amigo.

- Espera Midoriya, voy contigo - el dragón quería ayudar, ya habían sido muchas las ocasiones en las que el rubio lo había ayudado o apoyado, quería regresar el favor.

- En ese caso, vamos los tres - la castaña se paró y pagó los tragos - no sabemos a donde pudo haber ido ese chico.

Y así los tres salieron a buscar a su rubio compañero, no sabían a donde había ido y con lo exasperado que parecía estar realmente, dos de ellos, no querían encontrarlo. Por otro lado, el dragón se preocupaba un poco, si bien sabía que el cenizo no era para nada débil, no sabía que podría pasar si alguien por ahí lo reconociera o lo que podría encontrar si se había adentrado en el bosque.

Horas después

Los tres compañeros regresaron a la posada exhaustos, no habían encontrado ni un pequeño rastro o indicio que les ayudase a dar con el rubio.

- Alguno encontró algo?

Los dos chicos negaron con la cabeza.

- Es extraño, es como si se lo hubiera tragado la tierra.

- Descuida Kirishima, Kacchan es así, si no quiere que lo encuentren es imposible hacerlo, esperemos al anochecer, si no aparece saldremos de nuevo a buscarlo.

Fuego Blanco - °BAKUSHIMA°KIRIBAKU°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora