Capítulo XI

74 13 0
                                    

Cuando salí de la cueva y llegué al lugar en el que se oían las pisadas, logre ver a un hombre hablando con mi padre, mi madre me había hablado sobre ese tipo de humanos, "caballeros", nunca los había visto de tan cerca, no, de hecho sí, en ese momento algo en mi cabeza se conectó, recordé lo que había sucedido días atrás y al escuchar mejor la conversación mi corazón se aceleró.

- Esto es una traición al acuerdo que tenían los dragones con el rey

Sigo sin entender a que se refiere, 
ninguno de nosotros ha pasado la 
frontera con su reino, no hemos  
roto el acuerdo -

- Dos cazadores y varios de mis soldados han atestiguado ver a dos pequeños dragones en una montaña en nuestro reino.

Eso es imposible ninguna  
cría sale del territorio sin  
supervisor y mucho menos  
al borde de nuestras tierras, 
tiene alguna prueba de eso? -

- Tres de esos soldados están aquí, fácilmente podrían identificarlos para que sean castigados y que el acuerdo se mantenga.

Si es cierto que los vieron eso  
sería ridículo, son unas crías!!! -

Mi madre parecía realmente molesta e indignada, pero minutos después escuché el llamado de mi padre, era para que toda la manada saliera y se reuniera.

Muchos amigos míos y sus padres estaban ahí, el chico con el qué salí aquella vez también estaba y se veía igual de asustado que yo.

Los caballeros pasaron por delante de toda la manada y dos de ellos se detuvieron delante mía y de mi amigo.

- Son ellos capitán, son los que estaban en la montaña.

En ese momento la madre de mi amigo rompió en llanto. Pero lo que nunca se borrará de mi mente fue la cara de desesperación de mi madre y de decepción de mi padre, ellos sabían que salía a explorar y me dejaban hacerlo porque confiaban que nunca saldría del límite establecido, pero al enterarme de que había sido yo el causante de ese problema, lo único que sentí fue una profunda decepción conmigo mismo, creo que hasta más grande qué la que expresaba mi padre.

- Bien, tal parece que son ellos, así que procederemos con el castigo, a menos que deseen romper el acuerdo.

Estuve a punto de caminar al frente y aceptar el castigo por ambos, no era culpa de mi amigo el habernos desviado de camino y haber llegado al reino humano, pero alguien más se me adelantó y me congelé

Tercer errror

No -

El acuerdo no se romperá -

Y nosotros tomaremos el castigo 
en vez de los chicos -

Mis padres hablaban intercaladamente.

- Muy bien, que así sea.

Pudo haber pasados en un segundo, tal vez menos, pero para mí fue y seguirá siendo una eternidad, en la que vi como, delante de mis ojos y sin que pudiera hacer nada por ellos, mis padres fueron ejecutados por esos caballeros que sin decir nada se fueron.

Fuego Blanco - °BAKUSHIMA°KIRIBAKU°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora