𝐻𝑒𝑎𝑙𝑖𝑛𝑔 𝑦𝑜𝑢𝑟 𝑠𝑜𝑢𝑙 (𝑤𝑎𝑛𝑔𝑥𝑖𝑎𝑛)

𝐸𝑥𝑡𝑟𝑎:𝐿𝑎 𝑠𝑜𝑟𝑝𝑟𝑒𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑙𝑙𝑢𝑒𝑙𝑜𝑠.

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Wei Ying caminaba animadamente por los muelles de Yummeng, ChenQing se encontraba en su mano mientras la giraba entre ella, un dulce tarareo salía de sus labios.

A lo lejos divisó dos figuras familiares, ambas se veían apuradas y hasta un poco pálidas.

Se acercó y se escabulló detrás de ellos.

—A-Ling, A-Yi ¿Que estáis haciendo vosotros dos aquí escondidos?.

Ambas figuras se sobresaltaron.

—¡Ahhhh! Tío, tío, no nos estábamos escapando.

—Si papá, Justo íbamos a clases.

Wei Ying solo una gran carcajada. Los dos niños al ver quien era suspiraron de alivio.

—Tío Wei-saludaron al unísono.

—¡Hola!, ¿Que estáis haciendo?.

—Ammm....Yo...Yo...yo quede con ZiZhen para mostrarle Yummeng-dijo JingYi.

—Sizhui y yo iremos a recoger semillas de loto-dijo Jin Ling.

—¡Ah!...¿y eso que tiene que ver con la razón por la cual se estáis escondiendo?.

—Pues...verá...

—¡Jin Rulan, Lan JingYi!.

Un fuerte grito se escuchó y los mencionaron se encogieron en sus lugares. Jin Ling en un momento de desesperación se ocultó entre las túnicas de Wei Ying y JingYi se lanzó al lago.

—Pffft...-Wei Ying se tapó la boca para evitar reír.

Una figura morada se acercó, literalmente, echando humo por las orejas, miró a Wei Ying de pies a cabeza.

—¿Cuando llegaste?.

—Hace unos momentos, ¿Porque estás enojado esta vez?.

—Ese par de mocosos volvieron a escaparse de sus lecciones, ¿Los has visto?.

—¿Hablas de A-Ling y A-Yi?, No, no los he visto, como te he dicho antes, llegue hace unos momentos.

—Tsk, ¿donde se habrán metido?...te veré en el salón de descanso más tarde, tengo que seguir buscándolos-dijo Jiang Cheng y dio media vuelta alejándose.

Unos segundos después, Wei Ying levantó un lado de su túnica y Jin Ling asomó su cabeza.

—¿Se fue?.

—Se fue.

Justo después se escuchó un respiro y el cómo alguien salía del lago.

—Eso estuvo cerca-dijo JingYi mientras se quitaba el talismán que se había pegado para evitar mojarse.

Wei Ying río.

—Será mejor que se vayan antes de que se dé cuenta.

Y como si hubiera atraído la mala suerte, unos pasos apresurados se escucharon.

—¡JingYi!, ¡Rulan!.

—Demasiado tarde-Wei Ying sacó a Suibian y luego cargó a ambos niños por la cintura-¡Vámonos!-Dijo y se subió a su espada volando lo más rápido posible lejos del lugar.

—¡¡Wei Wuxian, Vuelve aqui!!.

Una carcajada fue lo que obtuvo de respuesta.

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