Si tanto Me Odias [Kuroken]

capitulo 14:"Celo parte 2"

Eran cerca de las doce del mediodía cuando uno de los dos por fin abrió los ojos para despertarse, y no era ni más ni menos que el alfa, el cual sólo tenía pocos rastos de su celo, gracias al Omega pudo terminarlo antes y la primera vez que no lo sufrío tanto. Se dignó a mirar por fin en aquel medio día al cuerpo que le abrazaba con dificultad, sonrió tiernamente y se asusto al ver aquel rostro durmiendo que sudaba y que hacía ciertas muecas de dolor.

-Kenma... Kenma...-le sacudió y este abrió los ojos con dificultad mirandole con confusión queriendo volver a cerrar sus ojos. Kuroo puso su mano en la frente del más bajo y lo confirmó, estaba completamente enfermo. Maldijo en su mente a la vez que vio el desastre que estaba hecho el y el Omega, después de hacerlo ni siquiera tuvo la consciencia de limpiar amablemente como siempre.

Se levantó rápidamente y fue directo al baño a llenar la tina de agua caliente, acto seguido dejó al rubio teñido dentro de ella el cual se quejaba de haber sido recogido de la cómoda cama.-¿Quien te dijo que yo quería bañarme?-Habló de mala gana recostando su cabeza contra el borde de la tina.

-Estas hecho un asco, mereces un baño.-Tomó un pequeño baldecito el cual llenó de agua y se lo hecho en la cabeza.-Tu omega idiota... tenias que venir unos días antes de que termine... Lo siento, no tuve que aceptarte, termine dañandote.-Corrió los mechones del pelo de Kenma detrás de su oreja. Y visualizo todo su cuerpo lleno de chupones y marcas de sus manos al rededor de sus muñecas, pero lo que más le llamo su atención era la mordida que dejó en su hombro, ¿había intentado marcarle?

-¿Eres tonto? No estoy como la mierda por tu culpa. Bueno en realidad si, me dejaste veinte minutos bajo la lluvia maldito idiota.-Se quejó bostezando, traía unas ojeras y una muy mala pinta, estaba muy feo hoy para el mismo, eso fue lo que pensó, además de que estaba viviendo una situación completamente vergonzosa, estaba siendo bañado por el ser que más odiaba maso menos.

-¿Quieres que te lleve a casa? Tal vez te sientas más cómodo en tu hogar.-Trato de sentarle para poder limpiarle correctamente.

-No... Cualquier lugar es más cómodo que mi casa, si estás de acuerdo quiero quedarme un rato aquí.-El alfa asintió concentrado en lo suyo mientras Kenma cerraba sus ojos pensando en otro pensamiento que invadió por completo su mente en aquel momento.

¿Por qué le estaba tratando demasiado bien?¿Por que nisiquiera se había burlado de él en la situación que estaba? De hecho si se ponía a pensar, había dejado de molestarle desde hace tiempo. Como un vinculo de amigos o cualquier tipo de vínculo, se sonrojo ligeramente negándose a ello, era ridículo, ambos sabían que lo único que había entre ellos dos era sexo. Pero no le molestaba ser engañado de falso cariño por ese alfa.

Salió de la bañera dificultosamente, más bien lo saco de la bañera el por que ni siquiera era capaz de pararse por si solo, sus piernas temblaban y dolían. Fue hasta secado, cambiado y recostado por el, dejó un par de toallitas calientes en su frente y le dejo descansar en su cama, con sábanas nuevas, mientras le tocaba a el irse a bañar.

Cerró sus ojos queriendo dormitar un poco, algo tranquilo y cómodo, sintiéndose raramente protegido y cuidado, la única vez que se sintió tal cuidado hacia el fue hace muchos años con su abuela. Respiró hondo sintiendo todo el aroma del alfa, tenía un aroma agradable, se sentía tranquilo.

Abrió sus ojos al sentir la puerta de aquel baño ser abierta y mostrando la figura del mayor con los cabellos mojados y ya cambiado con su ropa de casa.

Si, definitivamente podría enamorarse de ese alfa.

Borro e insulto en su mente por el inútil comentario que se cruzó por su mente y apartó rápidamente la mirada de el frunciendo el ceño.

-¿Por que no quieres ir a tu hogar?-Se atrevió a preguntar sentándose en el suelo al lado del Omega.

-No es de tu incumbencia.-el alfa suspiro enfadado.

-Te estoy permitiendo quedarte aquí, podrías decirme siquiera.-Kenma se giro dándole la espalda mirando solo la pared, no era alguien que le gustara contar su vida y menos al pelinegro.

-Odio la sensación de llegar a casa, odio que no se sienta como una casa, me siento incomodo allí.-respondió como si no le importara en absoluto y para ser sinceros dijo una verdad a medias, pero la realidad era que odiaba la sensación de quedarse el solo con sus pensamientos, odiaba que no fuese una casa donde le esperara alguien que quisiera.

-Puedes quedarte el tiempo que quieras.-se limitó a responder sin decir absolutamente nada dejando que se durmiera. Y cuando notó que estuviese dormido se encargó de cambiar las toallas de su frente y de corroborar que no estuviese empeorando.

Su anterior novia nunca quizo pasar ningún celo con el, siempre lo trataba con desagrado cada vez que le hablaba de que acercaba su celo, ¿entonces por qué el quizo así como si nada pasarlo con el? No era una situación simple como tenían sexo casualmente, era algo más complicado, pero ¿por que?

Suspiro acariciando ligeramente los cabellos largos del Omega. ¿En qué se había metido?