capítulo 25:"Punto y coma"

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Y la vida seguía, no había momento para quedarse viendo al pasado, la emoción de comenzar a estudiar, de que hacer con su vida, de estar progresando, eso era lo que envolvía al alfa en esos momentos. Haber comenzado a estudiar, conocer gente nueva la cual traía buenas vibras, todo un nuevo lugar en el cual experimentar y lograr grandes cosas.

Se acercaba cada vez más y más a su propio sueño, iba tan bien, tan jodidamente bien. Y aveces se detenia a pensar en como era su vida antes de mejorar tanto, y lo único que cruzaba por su mente era aquel Omega que había hecho entretenido tanto su último año.

Hasta había logrado conocer a una bonita Omega, con un aroma tan dulce y relajante, amable, humilde, compresiva, la Omega perfecta, habían conectado desde el primer minuto. Eran una bonita pareja, sin ningun problema, o bueno eso fue hasta que tuvieron su primera vez.

No logró levantar su intimidad. Y aunque ella fuera lo más sexy del mundo, no pudo hacerlo, pero eso no le perturbada del todo, sino más bien el hecho de que se le haya podido levantar al tener un sueño húmedo con una persona del pasado.

me cago en la puta.—Fue lo único que salió de su boca en ese momento, y así es como terminó con aquella chica, se sentía infiel, y no podía manejarlo por más que la quisiera. Su primer fracaso luego de recibirse.

Y así paso un año, donde decidió enfocarse más en sus estudios y evitar lo que había sucedido con su última relación, aun tenía muchos años por delante para tener una pareja estable y decidirse por tener una familia o algo por el estilo.—¿Kuroo? ¡Me muero!¡cuanto tiempo!—la voz de una Omega la cual conocía perfectamente se escuchó mientras caminaba por las calles luego de salir de los estudios.

hey, ¿como has estado?—abrazo a la que parecía ser su ex de la escuela.

muy bien ¿y tu? ¿Que te parece ir por un café?¿tienes tiempo?—tan espontánea como siempre, aceptó con gusto, después de todo no tenia nada que hacer.—¿Que es de tu vida?¿que estudias?—Preguntó la Omega mientras recibía una taza de café al igual que el alfa. No pudo evitar ver la marca en su cuello y se alegro por ella, al menos ella si encontró a alguien en ese poco tiempo.

Bastantes cosas, quiero pertenecer a la asociación de deportes de Japón. Quiero estar lo mejor capacitado, ¿tu?—Tomó un sorbo de su taza sin preocupación alguna.

Recuerdo que una vez lo mencionaste, nunca creí que te dedicaras verdaderamente a ello, me sorprende. Pues yo... medicina, ni preguntes por qué elegi ello, hice tateti y el primero que salió.—Carcajeo y suspiro.

Así que por fin encontraste quien te aguante.—Señaló la marca en su cuello, la cual mostraba con total orgullo.

Ah... Si... Es de uno de los compañeros de la escuela, seguimos hablando y una cosa llevo a la otra y ya sabes...—Sonrió sonrojada.—¿Y tu y Kenma?—Se atrevió a preguntar.

¿Como?—

Tu y el chico que molestabas y solías pasar la mayoría de tu tiempo, el que estaba teñido como un flan.—

Si ya se, ¿pero por que lo dices? Nunca hubo nada entre nosotros dos.—

Ay por favor, al menos te lo follaste ¿no es cierto?  Lo mirabas con tanto cariño, enserió habia que ser idiota para no ver lo enamorado que estabas. Como las zorros de tu salón ¡ja!—se quedó en completo silencio pensativo. Y sinceramente después de tanto tiempo, recién se daba cuenta de su propia realidad, si probablemente recién se daba cuenta que se habia enamorado del Omega.

[...]

Enfocarse en si mismo, fue lo que hizo todo este tiempo, con esos sentimientos revelados de forma tardia no podía hacer nada, simplemente podía desecharlos a la basura y si no podía aprender a vivir con ellos. Y eso fue lo que hizo, terminó tres años de carrera y tardo otros dos en volverse un gran miembro de la asociación de deportes tanto como el había querido y en todo ese tiempo había logrado por fin ignorar por completo los sentimientos enterrados por el Kenma Kozume el cual no veía hace bastante tiempo.

Pudo volver a tener sexo casual, y a tener una vida completamente normal, las cosas no podían ir mejor de lo que iban ahora y sinceramente esperaba que nada cambiase si no era para más bien.

tengo una cena de negocios en una hora, aun así puedo llevar una acompañante ¿quieres venir?—Le preguntó a el Omega con la cual había estado conociendo, y posiblemente si se declarase seria correspondido.

¡Claro!¡Sabes que amo arreglarme elegante!—Beso su mejilla emocionada, queriendo caminar rápidamente para comenzar a prepararse. Era algo desordenado, pero divertido y hermoso, era un sol. Kuroo sonrió mordiéndose el labio y negando con la cabeza imitando su acto para ir a cambiarse a su vez, le había avisado con muy poco tiempo, probablemente andarían a las corridas.

Pero por suerte y como eran ellos, llegaron justo a tiempo al lugar citado.—Ay escuche de este lugar, dicen que un restaurador bastante joven esta arreglando la gran pintura del mural. Quisiera verlo.—comentaba agarrado de su brazo.

Luego de la cena veremos, ahora no hay tanto tiempo, solo podemos ver de vista.—A decir verdad era una especie de palacio bastante histórico aunque ahora se encontrara en funcionamiento de una empresa importante mantenía su fachada de la antigüedad.

¿que es ese escándalo en administración? Dios santo, ¿podremos chismear siquiera un poco?—Le pregunto al alfa el cual estaba concentrado en una de las pinturas recientemente restauradas. Por fin le presto atención y dirigió su mirada hacia el lugar donde indicaba el contrario. Y maldicio en su interior al ver como una persona bastante característica discutía con otras dos las cuales parecían tener menos autoridad que el.

Y en toda su vida, nunca pensó volver a verlo devuelta, y menos cuando su vida estaba completamente arreglada.

Y tampoco esperaba que después de tanto su corazón comenzará a latir de aquella manera apenas volvió a verle.

Si tanto Me Odias [Kuroken]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora