capitulo 31:"se ve feliz"

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Tal vez había hecho un muy mal error en haber pensado en que aquel Omega había madurado en todo, tal vez en ciertos modos seguía siendo el de antes. Y bueno eso lo confirmo cuando lo invito a tomar una taza de café, y no la primera vez, se lo pidió al menos diez veces, y las diez veces invento excusas, y tal vez hace cinco años no hablaba con el, pero aún podía darse cuenta perfectamente cuando mentia.

-¿donde vamos?-Preguntó el amigo con quien pasaba tiempo, no quería pasar a la casa de Kenma con Yuu a su lado, sabia que era un gran fan del Omega y probablemente se volvería loco al ver donde vivía su grandioso ídolo.

-A visitar a un amigo.-Se adentraron en el edificio y subieron hasta el piso donde se encontraba el departamento de Kenma.-Olvide, si estas muy aburrido puedes irte, pero si estas de acuerdo acompáñame.-Bokuto era alguien que al instante de ver lo aburrido que se veía la situación, pero olfateaba el aire casi entretenido en su mundo.

-Estoy bien.-Respondió contento poniendo sus manos en sus bolsillos y el pelinegro procedió a tocar la puerta. La cual fue abierta por un Omega el cual no parecía nada contento.

-Buen dia principe, ¿le apetece una taza de café?-Le molestó apoyando su brazo en el costado de la puerta.

-Kuroo.-Suspiro, habia podido sentir su aroma antes de abrir la puerta así que ya sabía de ante mano que era perfectamente el.-pudrete. Tengo visitas.-

-No te preocupes Kenma, yo ya me voy.-Saludo con un beso en la mejilla y salió rápidamente del departamento sin querer meterse en los asuntos de Kenma.

-Yo, yo... yo también me iré.-Decía el acompañante de Kuroo ciertamente algo aturdido por la presencia de aquel Omega el cual ya se habia marchado, y descubriendo de donde provenia el aroma que le habia llamado la atención al entrar. El Omega chasqueo la lengua enfadado, había provocado que su visita se marchara y además ahora debía de seguro aguantarse al pelinegro.

-¿puedo pasar?-Preguntó con una sonrisa ocultando ciertas ganas de discutir por algo.

-No.-Trató de cerrarle la puerta en la cara pero el alfa con su fuerza la frenó y paso con gusto.

-Permiso.-Entró sin importarle en absoluto lo que respondió el más bajo.

-no te invite a venir e hiciste que mi visita se fuera.-Dijo con enfado esta vez si cerrando la puerta pero por lastima con el pelinegro dentro de su departamento.

-Tal vez si alguien hubiera madurado un poco y hubiera respondido y aceptado una simple taza de café, no estaríamos justo aquí y tu estarías feliz con tu amigo.-Kenma se dio cuenta que obviamente le había insultado disimulando ciertamente con ese tono bromista y sarcastico que tenia Kuroo, que probablemente utilizaría siempre para dejar mal paradas a las personas incapaz de que les respondan insultandoles. Pero después de todo con el que hablaba era Kenma, quien tenia peor carácter que el.

-tal vez si alguien hubiera aprendido a respetar el espacio de los demás no estaríamos aquí ¿no crees?-Sonrió con malicia pero Kuroo carcajeo y cambio de tema rápidamente, no quería iniciar una guerra contra Kenma, ya sabía lo que era pelear por algo con el, y lo decía por mucha experiencia.

-Como sea, cada quien con lo suyo.-Le guiño el ojo.-me gustaría saber como va mi preciado cuadro.-Se sentó en uno de los sofás individuales posando una pierna sobre la otra sin dejar de ver al menor.

-Pues lo terminé hace tres días, normalmente llamó a mi cliente apenas lo terminó, citandolo en un café o algo, pero en cambio lo tengo prolijamente guardado con tal de no juntarme contigo por que simplemente no quiero.-Kuroo nego con la cabeza sonriendo, cierta inmadurez seguía en ese omega. Aunque ante todo lo dicho, Kenma mintió.

-Que profesional.-apoyó su barbilla en la palma de su mano.-Pero te haces el interesante cuando enrelidad fue por otra razón.-Le miró con una ceja alzada sin saber a que se refería.-por más que hayas limpiado y ventilado este lugar, es totalmente notorio que estuviste en celo.-Desvió la mirada nervioso.

Si, el había madurado y probablemente si no fuera por ese unico hecho habría aceptado la taza de café sin rodeos, pero aun inmaduramente le daba vergüenza contar sus cosas.

-¿Que te da vergüenza decir que anduviste en celo? ¿Que lo pasaste con alguien?-Preguntaba con tal de molestarle.

-¡ya callate!¡ten y lárgate!-Le prácticamente arrojó aquella pintura envuelta perfectamente y colocada en una lujosa bolsa, entregaba lo mejor presentable todos sus trabajos.

-Hey, hey, espera, no vine solo a molestarte, soy uno de los que se encarga en entregar las invitaciones. Simplemente como un favor que le debía a uno de los encargados.-Kenma miró aquel sobre confundido y lo tomó con algo de desconfianza y lo abrió.-Debido a que reparaste esas obras, planean hacer una fiesta para lucirla y dar anuncio a nuevos comienzos y planes para la comisión, algo elegante. Irán grandes directivos deportivos y probablemente deportistas pertenecientes, y la gran estrella tu.-Bromeó a lo último y el Omega le ignoró aun mirando la carta.

-No me sorprende que quieran que vean todo el mundo el grandioso trabajo que logre hacer, habían dejado en las ruinas esa preciosidad.-Tiro la tarjeta a un lado y le miró cruzándose de brazos.-Suena aburrido, pero si por esa preciosidad me invitaron, por esa preciosidad iré.-

-Y antes que eso, me debes una taza de café.-Se paro y sintió como detrás de el Kenma lo trataba de hechar de su casa.

-Mañana diez de la mañana, tómalo o déjalo.-Asintió sonriendo, no se habia negado, un gran avance.-Bien adiós.-Y ni cuenta se dio y ya había sido arrastrado fuera del departamento. Carcajeo sin saber que más hacer allí y se largó por fin, le agraban las vibras de este Kenma, aunque también le gustaba las del anterior, este parecía aún mejorado.

Y se sentía feliz por el, se sentía feliz por que haya progresado tanto y nada le haya perjudicado, o al menos eso creía.

ERA EL PERRO SEVERINO, QUE NADIE VIO OKUPAS WEY

Si tanto Me Odias [Kuroken]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora