Otra vez el que se levantaba primero era Kuroo, dejando dormir siempre al Omega a su lado, aunque el Omega no fuese el mismo, se levantó a preparar pacientemente la merienda. Algo que le gustaba a si mismo era hacer la merienda y el desayuno en silencio, era como su momento tranquilo luego de levantarse para estar tranquilo.
Aunque lo que supiera cocinar eran las principales sencillas cosas como unos hurvos con tostadas con palta, café y otras pequeñas cosas, lo hacia verdaderamente bien. Sintió la presencia de alguien más en la habitación y confirmó, se había despertado Yuu, quien no era exactamente callado por la mañana, lo único que le molestaba ligeramente de el.
—Buen día... El rico aroma me despertó, ¿lo de siempre cierto?—Le abrazó e intento besarle pero Kuroo desvió el rostro apropósito y disimulo poniéndose a servir el desayuno.
Ya era obvio a quien había elegido.
—Si, sabes que es lo mejor que se me da.—Siguió actuando normal, de hecho el haber rechazado disimuladamente ese beso no le puso nervioso, ni incomodo, pero si al Omega le puso ciertamente preocupado.—Mañana saldré, así que ve y haz tus cosas.—Se sentó para comenzar a comer su merienda, por que debido a la siesta que se pegaron ninguno almorzó.
—¿Que harás?—dirigió una tostada a su boca sintiéndose raramente extraño.
—Iré a visitar a Kenma, acordamos en ir a tomar algo.—Mintió al decir que ambos habían acordado, iba a visitarlo sin previo aviso para sacarlo de esas cuatro paredes para hablar un rato y pasar tiempo juntos.
—No entiendo.—terminó de masticar y volvió a hablar.—¿No se supone que eres su bully? Yo te odiaría si estuviera en su lugar.—Kuroo carcajeo esta en lo cierto.
—Si, posiblemente me odie. Pero los últimos días de instituto se podría decir que fuimos algo parecido a ser amigos.—hizo una pausa.—aunque sigo sospechando que tal vez lo haya obligado a ser mi amigo y posiblemente este buscando como matarme.—Bromeó a lo último, y Yuu carcajeo, era totalmente posible.
Suspiro—Que suertudo eres de conocer alguien como el...—revolvió su café con una cucharita.—¿nunca le preguntaste por que usa aquel collar? En las redes dicen que lo empezó a usar derepente.—Preguntó curioso ya que sabía que ambos hablaban.
—No lo se, pensé que los Omegas lo usaban por moda en estas épocas.—
—Algunos si, otros no, depende de cada persona. Yo los use por un tiempo en la secundaria, que digamos no son nada cómodos, hasta dejan pequeñas marcas que pueden durar semanas.—Comentó.
—¿Eso no será porque tienes una piel que apenas la tocas se marca hasta con el aire?—
—también, pero no exagero, esas cosas son horriblemente molestas, no conozco a ningún Omega que este cómodo con usarlas.—
—Quien sabe.—Volvió a comer de lo preparado y esta vez en silencio sin tener que intercambiar entre ambos, no quería pensar en Kenma con el enfrente, se sentía ciertamente culpable, después de todo no era lo que tenia planeado y se lamentaba por ello.
[...]
—Buenos días, bella durmiente.—Un Kenma bastante destrozado en si abrió apenas registrando quien era el presente en su puerta, y enojado por que era el responsable de que le había despertado.—¿estas bien?—
—En serio si vas venis avísame antes, no me voy a negar... pero días como hoy... Simplemente no.—Por poco se le cerraban los ojos allí parado.
—¿A que hora te dormiste?—Preguntó pasando y cerrando la puerta detrás de el, sintió el cuerpo del Omega apoyarse en el para no caerse.
—hace... treinta minutos quizás...—Si definitivamente había estado día y medio despierto, y todo por querer crear una pieza de arte enorme, la cual no quizo dejar de pintar en ningún momento y todavía no termino. Solo fue una idea que se cruzo por su cabeza cuando Kuroo se fue por la mañana.
El restauraba piezas de arte, pero... Nunca pudo presentar una al mundo, el también quería presentar sus piezas de arte y ser conocido por sus propias obras. Era un nuevo objetivo que se planteó y quería lograr. Eso demostraba lo tanto que había cambiado, lo tanto que había evolucionado Kenma.
Este mismo casi mismo dejo caer su propio peso apropósito para ser cargado por el alfa, de nuevo se estaban dirigiendo al cuarto, supongo que será otro día durmiendo, dormir, eso era lo que estaba haciendo últimamente mucho Kuroo.
—¿Que tanto hiciste para quedar así?—Preguntó en casi voz baja mientras se sacaba los zapatos y se acostaba en la cama, la cual había conocido la vez pasada, junto al Omega que abrazaba.
—Mi primera gran, gran, obra de harte, quiero que la veas... Pero terminada tu idiotes... me inspiró.—Ya se estaba volviendo a dormir, y Kuroo simplemente sonrió mimandolo.
Que situación tan extraña se había encontrado. Supongo que el arte eran sus nuevos videojuegos.
—Me encantaría verla.—apoyó su cabeza en la almohada para acomodarse para dormir al igual.—Kenma.—el recién nombrado respondió con un "mmh" ya queriendo que dejase de hablar, ni siquiera había querido que se presente en su casa. Y a su respuesta sintió como por unos cortos segundos algo toco sus labios, eran claramente otros labios.
Y ignoró aquel beso quedándose dormido al instante, con un único pensamiento en su cabeza, "alfa idiota"
Y pues era otra siesta para el alfa, pero en cuanto despertase lo sacaría lo más pronto de ese lugar para llevárselo por fin a algún lugar para volver a conocerlo mejor.
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Si tanto Me Odias [Kuroken]
FanficSi tanto me odias intenta no besarme. Kuroken Omegaverse No sé permiten adaptaciones sin mi consentimiento Escenas +18 si no te gustan largo.