capitulo 11:"Faltar otra clase"

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Aquellos de distinta estatura se encontraban parados al lado del otro frente a aquella profesora que corroborada aquel trabajo que le provocaba ansiedad a Kuroo.—Bien aprobado, aunque hubiera esperado algún trabajo más sorprendente de dos estudiantes tan magníficos como ustedes.—habló ciertamente decepcionada y el alfa apretó los dientes sabiendo que esos comentarios le afectaban.

A Kenma en un momento también le hubieran afectado, pero de tanto sufrir por ellos llego un punto que sus emociones se apagaron a aquel tipo de comentarios.

—pero aprobamos ¿cierto? Es lo que importa, y lo hicimos bien.—No solía tirar comentarios como estos, pero de reojo podía ver al alfa, y Kenma no era alguien  que pasaba de alto las inseguridades del resto, sabía lo dolorosas que podían llegar a ser y nadie se merecía eso.

claro... Hay gente que nisiquiera se esfuerza aquí o nisiquiera aprobaron, lo hicieron muy bien chicos.—el pelinegro se relajó y ambos volvieron a sus asientos. Claro que ciertamente noto el gesto del Omega pero no era algo que pudiera notar fácilmente, capaz que lo había malinterpretado. Completó la clase aún más tranquilo, agradecido con el Omega, tal vez esta vez se merecía un día en el que no le molestase.

¡hey, Kenma!—llamó rápidamente terminó la clase. El recien nombrado rodeó los ojos suspirando, no se le notaba bien en su rostro, digamos que sus ojeras resaltaban más de lo normal.—Te lo agradezco.—

No tienes por qué agradecerme, era un trabajo en pareja. Era mi obligación.—Kuroo negó con la cabeza sabiendo que no iba a aceptar un agradecimiento de su parte, pero se la debía, probablemente si lo hubiera hecho como siempre lo hace hubiera terminado estresado como siempre.—De todas formas... Puedes agradecerme con algo de comida.—habló con cierto sonrojo avergonzado en su rostro.

No trajiste dinero ¿cierto?—Asintió y el alfa suspiro con una sonrisa, después de todo se la debía.—Te compró algo anda.—el menor le siguió por detrás algo confundido por el ambiente, era como si se llevabaran bien. Pero imposible, ambos se odiaban, ambos se detestaban.—Hey, holaaa Omega planeta tierra.—Le llamaba pero estaba tan hundido en sus pensamientos que no se había ni dado cuenta que el pelinegro hasta se separó de él para comprarle algo y ya había vuelto.

Que no me llames Omega.—le quitó las galletitas de las manos enfadado pero se relajó al ver que eran esas galletitas de gatito que les gustaba a el. Al menos hacía algo bien para el por primera vez.—¿Y eso? ¿es por que eres alfa?—Dio un bocado a la comida y miró aquel bulto que se mostraba sin vergüenza en completo público.

Hormonal.—respondió avergonzado sin saber realmente por qué se levantaba, pero si sabia que era por aquel tonto que le acompañaba. Se acomodó la camisa de forma que le tapara ciertamente más debajo.

—Si consigues un lugar menos incómodo que un baño o la sala del conserje puedo ayudarte.—lo dijo con total seriedad, esperando en realidad que no supiera ningún lugar y dijera que se encargaría el solo pero extendió unas llaves y con una sonrisa asintió. Se arrepintió completamente por lo que acababa de decir.

Y así es como le llevo rápidamente a la sala del consejo estudiantil, nunca había estado ahí el Omega pero parecía aprobar el lugar, se veía limpió y privado, aunque ya no quería hacer más cosas indebidas en la escuela. Cerró la puerta con llave tras el y se sentó en uno de los sofás que se encontraba en medio.—¿Y bien? ¿Que tienes planeado gatito?—Hablo seductoramente a la vez que le molestaba con otro apodo. No respondió nada y simplemente se sentó en el suelo colocándose entre las piernas del alfa.—¿Lo haz hecho alguna vez?—Preguntó mientras Kenma bajaba apurado el cierre de su pantalón.

¿Que piensas idiota?—Sacó por fin aquel miembro y se acercó dudoso por lo que debía hacer.

Solo trata de no usar los dientes.—Asintió comenzando a introducir el miembro lentamente en su boca. Escucho como pequeños suspiros comenzaban a salir de la boca de Kuroo. Y por lo menos sabia que lo estaba haciendo bien.—Justo así...—Gimió agarrando sus cabellos y tratando de aumentar el ritmo y la profundidad.

Por suerte no le provocaba ninguna ahorcada, pero su boca dolía por tener tal tamaño en ella. No entendía como la boca del Omega se sentía tan tierna, y jodidamente gloriosa, ya había recibido dos o tres mamadas en toda su vida por sus ex novias, pero esto, era otra experiencia completamente distinta.

Le molestaba verdaderamente que le gustara tanto lo que le estaba haciendo el Omega.

Se cansó del ritmo lento y le agarró la cabeza con más firmeza dando estocadas dispuesto a acabar, ni siquiera le avisó y soltó aquellos fluidos en la boca del menor sin problema alguno. Aunque le sorprendió que no escupiera y terminara tragandoselo poniendo cierta cara de asco por el amargo gusto, aunque no era del todo disgustante.—un poco de leche para acompañar las galletas.—Bromeó mientras acomodaba sus partes denuevo en su lugar y Kozume se limitó  a dirigirle una mala mirada y acercarse hasta el.—¿Que pasa?—Se subió ensima de el poniendo sus piernas una a cada lado.—¿También quieres algo de ayuda?—Apoyó su cabeza en el hombro de Kuroo y negó abrazandole.

Había escuchado que los Omegas tenían ciertas actitudes de repente extrañas, en las que inexplicablemente ,incluso el Omega más frío, pedía algo de cariño. O tan solo era una persona que estaba colapsando un poco por dentro y tan solo buscaba algo de afecto por tan solo unos segundos. Y pensándolo bien desde que arrancó el día no le había visto con buenas pintas en su rostro.

Tetsuro no dijo nada, y simplemente acarició su cabello sintiendo como su respiración era más calmada, tal vez se había dormido.

Y bueno, tendría que faltar otra vez a clase por aquel pequeño engendro.

Si tanto Me Odias [Kuroken]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora