El alfa fue el primero en despertar aquella calida mañana, el sol entraba por aquella ventana y chocaba directo al rostro suyo y de Kenma, el Omega simplemente se volteó de tal forma en que el sol no le diese en la cara, pero para el fue motivo suficiente para levantarse para marcharse. Miro por unos segundos aquel cuerpo al lado suyo y sonrió ligeramente.
Confirmó, aun se veía tan lindo y tierno durmiendo. Se animó a dejar un pequeño en su beso de modo de despedida con tal de no despertarle, tomó sus cosas cuidadosamente para no hacer ruido y se marchó con éxito del departamento del contrario, además que de pasada limpio cuidadosamente las tazas de ramen en el cual habían cenado la noche anterior con tal de dejar feliz al Omega.
Respiró el aire fresco de la mañana una vez se encontró fuera y se subió a su coche para volver tranquilamente a su casa, sin antes revisar su móvil, y dejarle un pequeño mensaje a Kenma, deseandole una linda mañana y que había esperado no haberle despertado , luego miro un mensaje de Yuu, el cual preguntaba como la había pasado y si hoy se juntaban a pasar la tarde como siempre.
Se mordió el labio y suspiro ciertamente frustrado, respondió con un mensaje simple de que hoy no podía y no se había dado cuenta que respondió algo cortante y extraño, algo de lo que se pudiese alarmar ligeramente el contrario.
Hoy se quería dedicar a pensar, aclarar, y tomar una decisión sensata como una persona madura para tratar de no dañar a nadie. Lo menos que quería era lastimar a alguien.
Llegó a casa y se dirigió directo a la ducha, dejando su ropa en el camino. ¿Que mejor lugar para pensar que en la ducha? Y así es como se metió por fin, con el agua tibia, sintiendo el agua en su rostro. Ahora si, a pensar.
No lo iba a negar, sabia perfectamente que Kenma era su debilidad, su corazón se seguía acelerando al verle sonreír y aquella sensación comoda de estar a su lado seguía siempre allí, a la vez de ver su delicado rostro y querer besarlo todo el tiempo, de querer pasar tiempo con el y demás. Pero a todo ello le restaba significativamente la existencia de Yuu, el había cambiado mucho en su vida y ya era parte de su vida, lo quería demasiado y pertenecía hasta en su rutina cotidiana.
Pero como siempre creía, que si Kenma seguía provocando tales cosas en su interior, era por algo. Aunque aun no de decidía del todo.
Y escucho la puerta principal ser abierta y maldijo en su interior.—Kuroo idiota, no dejes todo tirado como si nada.—grito el Omega, uno de los dueños de sus malditos pensamientos, digamos que no era un momento donde queria verle justo ahora, y eso que amaba verlo.
—¡es mi casa y ensucio lo que quiero!—Respondió cerrando la canilla y saliendo del baño con una toalla en su cintura y cabeza para ver al intruso de su casa.—me dolía la cabeza, no entendiste la parte en que hoy no tenia ganas de hacer nada.—el contrario se sonrojo al verle pero desvió la mirada siguiendo limpiando todo lo que dejo desordenado el alfa.
—Prometo ser silencioso. O bueno... Tratare... ¿no dormiste en casa?—Kuroo trato de sentirse normal, no debía de porque sentirse culpable, fue solo un beso y en si no eran nada oficial con Yuu y siempre fueron amigos con el contrario, solo... Habían tenido ese importante momento la vez pasada. El cual también era el culpable de complicar las cosas en su cabeza.
—Dormi en lo de Kenma, después de haber comido la nefasta comida del evento quedamos en comer algo de ramen y me quede dormido allá.—no mintió en absoluto, y el contrario tampoco sospecho en nada, lo vio totalmente normal, después de todo Kuroo estaba recién bañado y no podía sentir el aroma del Omega en el.
No quería lastimarlo, pero tampoco había hecho algo completamente malo. El alfa suspiro y se acerco a abrazarle sin importarle estar casi desnudo.—¡ay ay sal!¡ve a cambiarte pervertido!—
—mi cuerpo es la gloria, deberías de estar agradecido de poder abrazar esta preciosura.—bromeó esta vez yéndose a cambiar.—Sabes, quiero dormir, ¿te apuntas?—una vez cambiado el Omega se presentó en el cuarto y asintió contento, de hecho ya estaba acomodándose en la cama como si fuera completamente suya.
Kuroo sonrió sintiéndose mal consigo mismo acomodándose a su lado, lo quería demasiado, no se soportaría a si mismo permitirse hacerle daño, beso sus cachetes y le permitió verle dormir, aunque el había sido el de la idea de tomar una siesta en ese momento, el primero en dormir había sido Yuu. El también se veía completamente tierno al dormir, pero verlo a el y verlo a Kenma era dos cosas completamente diferentes.
El transmitía tanta alegría, ternura y calidez, se veía tan hermoso, amaba todos los momentos que paso con el desde que lo conoció y amaba todo lo que logro conocer de él y como había alegrado su vida.
Y así es como había tomado una decisión al verle allí dormir, sabiendo que sensaciones tenia en su corazón.
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Si tanto Me Odias [Kuroken]
FanfictionSi tanto me odias intenta no besarme. Kuroken Omegaverse No sé permiten adaptaciones sin mi consentimiento Escenas +18 si no te gustan largo.