capitulo 10:"Omelet"

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Kuroo despertó ligeramente diferente a los demás días, y recordó la "cita de estudios" que había tenido anteriormente con esa persona que tenía una relación rara. Bostezó apoyando su cabeza en la palma de su mano teniendo así una vista mejor del Omega que se encontraba en su cama.

Era una persona interesante si te ponías a pensarlo, con tanto que descubrir, totalmente impredecible, lastima que la relación de ambos sea de odio. Tal vez si hubiera sido diferente de un comienzo hubieran tenido una linda amistad y tal vez no terminar en esto.

Pero aún así pensando en todo esto no se le iba a ir de un día para el otro el rencor que le había guardado por alrededor dos años.

Observo como el Omega fruncia el ceño aún dormido, probablemente no estaría teniendo un lindo sueño o se estaba por despertar. Cualquiera de las dos no planeaba dejarle dormir más y ya comenzaría a molestarle apenas despertaba.—Hey intruso, despierta, ya salió el sol.—Le sacudió y Kenma comenzo a quejarse haciendo malas caras sin aún querer abrir los ojos.

¿Y qué quieres que haga?¿Fotosintesis?—Dio un pequeño giro para quedar boca abajo en la cama.—¿Que es eso de "intruso"?—Preguntó con la voz adormilada y algo tapada por estar con el rostro aplastado en las sábanas.

Pues... El plan era estudiar, pero luego terminamos teniendo sexo y te quedaste en mi casa de imprevisto, ¿No serías un intruso?—Kenma giro su rostro abriendo los ojos por fin y mirando de reojo al alfa.

No diría que un intruso, diría más que un error de cálculo.—Bostezó sentándose con cansancio, por suerte ambos no les importaba para nada asistir a la escuela ese día. Además de que ni siquiera sabían la hora que era, pero seguramente era completamente tarde como para asistir.

Tienes razón... De todas formas no terminamos el trabajo, ¿Podemos trabajar correctamente?—Habló con seriedad preocupado por sus estudios. Se tomaba todas sus notas enserio, además de saber que implicaba ello. Se levantó con el propósito de comenzar a revisar lo hecho anteriormente.

Si me lo dejas a mi todo el resto puedo terminarlo en diez minutos y será un trabajo aprobable.—Comentó apoyándose en el borde de la cama y dejando caer su mano por el costado.

Con hacerlo así como si, para que nos apruebe no es suficiente. Deberíamos de entregar el mejor trabajo posible porque... Es lo correcto.—Se detuvó un pequeño segundo en que organizaba los apuntes y parte del trabajo hecho pero siguió al instante ignorando los pensamientos que tenía siempre.

No tienes por qué hacer todo perfecto, aveces esta bien hacer lo correcto simplemente bien o no hacerlo. Aveces esta bien tomarse un respiro. Después de todo se nota que verdaderamente te esfuerzas y que lo estás intentando.—algo en el corazón de Kuroo hizo un click, y una lágrima cayó por su ojo y la limpió en un instante.

Era la primera persona que se daba cuenta de lo que realmente se esforzaba.—Igual como sea, haz lo que quieras.—

—¿En tan solo diez minutos aseguras que puedes hacer que aprobemos?—Kenma asintió soltando otro bostezo. Kuroo chasqueó la legua y terminó entregándole todo el trabajo. Sorprendiendo algo al Omega el cual no había pensado que aceptaría para nada.—Más te vale completar el trabajo correctamente.—Se levantó por fin esta vez podiendo caminar, ya se estaba acostumbrando a los dolores post sexo que le dejaba.—Te lo compensare con sexo.—Le dijo mientras ya estaba apunto de irse.

Pudrete.—Le insultó por último para esta vez si marcharse definitivamente. Apartir de ahora debía de cuidar sus falta en la escuela, no quería terminar reprobando solo por faltar un par de veces.

Envidiaba a Kuroo, siempre lograba mantener sus esperanzas en todo, luchaba por lo que quería aunque se deprimirse y sufriera en el intento, lo intentaba e intentaba aún sabiendo que había muchas posibilidades de no lograrlo. Pero se mantenía fuerte, a pesar de que todos los que le rodeaban le tiraran abajo.

Luego estaba el, todo el mundo creía que estaba lleno de posibilidades, pero la realidad era que solo era bueno para los estudios, en lo único que era bueno no era lo suficiente como para hacer algo con su vida, tampoco tenía esperanzas de algún buen futuro, y se preocupaba realmente por ello. Completamente solo, sin nadie que tuviera esperanzas en el. A comparación de Kuroo, el no tenía nisiquiera a quien decepcionar.

Eran dos personas completamente diferentes, pero después de todo cada quien tenía sus cosas por la cual sufría.

Llegue...—Avisó sin ganas por costumbre sabiendo que nunca había nadie en casa. Se quitó los zapatos y se encaminó a la cocina con mucha hambre, la próxima vez le exigiría que le regale al menos comida ese odioso alfa.

Puso unos huevos en la sartén con el propósito de hacer un Omelet, pero terminó siendo un huevo revuelto al intentar acomodarlo.—Bueno... Será huevo revuelto otra vez.—Habló para si mismo sirviéndolo en un plato, sus movimientos se detuvieron y dejó la sartén a un costado al igual que el plato. Se agacho en el suelo ocultándose entre sus rodillas.

Completamente patético. Patético como sus lágrimas comenzaban a salir una vez más de sus ojos, patetico como aún tenía ganas de ser alguien normal, de que todos no le trataran como lo tratan, de querer tener amigos, de querer tener alguien que le quiera. De no ser un patético Omega.

Se limpió las lágrimas y se levantó cogiendo el plato y sentándose para comer.—Algún día serás un Omelet.—Le hablo al plato frustrado de nunca poder hacer correctamente aquella comida.

Aunque esa frase también fue para el, algún día también sería alguien normal como los demás.

Si tanto Me Odias [Kuroken]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora