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— Vamos bebé, tu puedes— animó el rubio.

— C-caro... ¡Brr!— dijo el pequeño.

Los hermanos sentirían que morirían en cualquier momento. Puede que el bebé no haya pronunciado bien la palabra carro pero ese ¡Brr! Los dejó en el suelo.

— ¿Que carajos hacen?— la voz somnolienta del dueño de la casa sacó a ese par del reino de los arcoiris y unicornios voladores.

— ¡Hyung!— llamó el pelinegro feliz de ver a su novio despierto.— le estamos enseñando al bebé a decir algunas cosas.

— Uhm, ya veo— dijo sentandose al lado su tierno novio y estúpido cuñado.— haber enano, enséñame lo que esté par te enseñó.

— Oye, no le digas enano.— le regañó el rubio.— vamos bebé, di carro.

— ¡Brr!¡Brr!

— Si bebe, brr brr.

El par lo veía con ternura, mientras que el peliazul miraba sus uñas como si de lo más interesante del mundo se tratara.

« Creo que iré a un spa »

— C-car... Carro...— dijo.

— ¡Muy bien pequeño!— felicitaron SooBin y BeomGyu dándole mimitos. El bebé sonrió feliz.

— Vez amargado, el bebé es muy inteligente.— le dijo BeomGyu al peliazul con burla.

— Pasen para aca— dijo el mayor, quitándole al pequeño bebé de cabellos castaño de los brazos de su pareja.— les voy a mostrar cómo se tiene que enseñar a un bebé a hablar.

— ¿Que vas a hacer?— le pregunta BeomGyu mirándolo con intriga.

— Enano. Di conejo.— ordenó.

— Co-co...

— Conejo.— volvió a repetir.

— Vone...jo

— Conejo.

— ¡Voñejo!— el mayor suspiró.

— No mierda, eso no.

— ¡M-mierda!

Uh, YeonJun sería castigado de nuevo.

[…]

— No puedo creer que esté aquí— se quejó el peliazul.— ¿Cómo rayos consiguieron una casa y un plato de perro si ni siquiera tenemos uno?

Se sentó sobre el pasto y soltó un suspiro; se encontraba en el patio trasero de la casa y el lo único que quería era un abrigo que ponerse Pronto divisó a un niño con un traje de osito caminando torpemente hacia él con un plato de comida en una de sus manitas y en la otra un suéter azul.

— ¿Que quieres enano?— pregunta una vez que el bebé está frente a él.

— Comer... Tu.

— Déjalo en el plato y ve adentro que hace frío.

El menor hizo caso a lo que el peliazul le dijo y dejó el plato de comida en el plato de comida para perro.

Ok, nadie lo vería así que su orgullo no se dañaría.

— F-frio... Ten— balbuseó el bebé, extendiendole el gran suéter azul.

« No es un bebé tan malo »





Me da ternura imaginarme esto jajaja, perdonen mi falta de imaginación 😅😭.
L@s amo.

Una Familia Desastrosa// TXTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora