Nothing Breaks Like a Heart [Ethan Torchio & Damiano David]

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟖

-¿Quien grita de esa manera?- Reí intentando mirar atenta a la pantalla para ver si encontraba algo extraño.

-Es Thomas.- Replicó dejando sus ojos en blanco, estaba molesto y se le notaba en la cara.
-¿Qué le pasa?- Pregunté curiosa sin dejar de reírme.
-Noche de tatuajes con Leo y Damiano.- Contestó bebiendo un poco más de su copa de vino.

Los chicos estaban en Copenhague, mientras que yo hacía exactamente dos horas que me había instalado en la magnífica ciudad de París, con mi querida amiga Lulú.

Habia sido muy fácil convencerla y ya había recibido un buen pago por las fotos de Harry por lo que todo había salido mejor de lo esperado.

-Suena muy genial, ¿por qué no aprovechas a hacerte uno?- Divertida le pregunté.

Él solamente se encogió de hombros y acabó con su copa.

-Estoy muy cansado, el viaje al Parque me terminó por quitarme las pocas energías que me quedaban. Solo pienso en que estás en París y me da muchísima ansiedad por verte.- Dijo, su voz se notaba calma, pero en su mirada se notaba el agotamiento.

Eran semanas en las que habían estado sin parar.

-Ya, en un par de horas vas a estar aquí.- Lo animé con mi mejor sonrisa.
-Te echo mucho de menos y estoy preocupado.- Confesó.

Lo miré confundida y suspiré.

-¿Por qué estás preocupado?- Pregunté inquieta. Me acomodé en mi cama un poco sin dejar de verlo atenta.

Ethan solo estaba en silencio.

-¿Qué te tiene preocupado?- Volví a inquirir.

Él movió un poco su cabello y suspiró con pesadez, tomándose unos segundos más para finalmente responder:

-John intentó contactarme, no sé que quiere pero me preocupa que estés sola.-

La sangre se me heló por completo.

-No... no debes preocuparte, no... no estoy sola, estoy con Lulú y él esta lejos.- Dije sintiendo como la garganta se me cerraba.-¿Qué dijo John?- Con la voz temblorosa cuestioné.

-No dijo nada... sólo que una persona desconocida llamó al hotel donde estaba en Alemania justo el día que nos íbamos, eso significa una cosa, creo que es John y me está controlando, no te preocupes por mi, yo estoy cuidado... y deberíamos hacer lo mismo contigo, cuidar que él no se acerque.- Toda la preocupación se notaba en su voz.

Las risas de los chicos se escuchaban de fondo, pero él realmente estaba en otra sintonía.

No era justo que pasara por aquello, era toda mi culpa.

-Yo estoy cuidada, no se puede acercar a mi y lo sabe, tiene una restricción, deberíamos ponerle una contra ti también.-

Estaba tan nerviosa que cada palabra salía acelerada de mis labios, todo lo contrario a Ethan quien parecía tener una calma tortuosa.

-Podria ser muy problemático para todos. - Dijo Ethan. Me sentía fatal.
-¿Crees que debería volverme a Roma?- Cuestioné sintiendo como mis ojos acumulaban mis lágrimas.

-No, para nada, yo te voy a ver a Paris y vamos a estar bien, pero no creo que esté bien que andes sola, en ningún lugar, eso me preocupa de verdad...- Explicó el pelinegro.

Asentí, tenía razón, no estaba segura y no lo estaría mientras John continuara tratando de contactarme.

-No quiero que te preocupes por mi, deberías estar preocupado por la banda y otras cosas... De verdad siento mucho haberte metido en esto.- Estaba esforzándome por no llorar frente a Ethan.