Nothing Breaks Like a Heart [Ethan Torchio & Damiano David]

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟑

𝑭𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒎𝒚 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒔, 𝑰'𝒎 𝒏𝒐𝒕 𝒅𝒆𝒂𝒅, 𝒉𝒆𝒓𝒆 𝒘𝒆 𝒈𝒐 𝒂𝒈𝒂𝒊𝒏
𝑾𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒊𝒎𝒆? 𝑯𝒐𝒘 𝒍𝒐𝒏𝒈 𝒉𝒂𝒔 𝒊𝒕 𝒃𝒆𝒆𝒏?
𝑯𝒆𝒍𝒑 𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒆 𝒂𝒍𝒊𝒗𝒆, 𝒔𝒂𝒊𝒍 𝒂𝒄𝒓𝒐𝒔𝒔 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒌𝒚, 𝒕𝒂𝒌𝒆 𝒎𝒆 𝒇𝒖𝒓𝒕𝒉𝒆𝒓
𝑪𝒂𝒏 𝒘𝒆 𝒍𝒂𝒔𝒕 𝒂𝒍𝒍 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒂𝒈𝒂𝒊𝒏?
𝐅𝐨𝐮𝐧𝐝 𝐌𝐲 𝐅𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐬 - 𝐇𝐚𝐲𝐥𝐞𝐲 𝐊𝐢𝐲𝐨𝐤𝐨

Al colgar la llamada volví hacia donde estaba Ethan esperándome. En el encuentro entre la salida del hotel y acceso de los ascensores. Ya era hora de despedirnos.

-¿Entonces ya tienes que irte?- Preguntó con su sonrisa tímida.

Me encogí de hombros y luego negué.

-¿Ya tengo que hacerlo?- Pregunté devolviendole la sonrisa.
-Yo preferiría que te quedes un poquito más.- Señaló con su cabeza el ascensor y sin dudarlo tomé su brazo con fuerza y volvimos a la habitación.

El trayecto en el elevador se sintió muy distinto. Estaba con él y me sentía segura. No dejamos de reírnos y decir tonterías.

No quería soltarlo, hicimos una carrera por el pasillo de su piso y claro que me dejó ganar.

Al abrir la puerta me tomó todo por sorpresa.

Ahí estaban todos. Vic, Thomas y Damiano. También algunos chicos de seguridad, Leo el asistente de los chicos, también estaba su mánager Marta y algunas personas más, parecían que tenían una fiesta allí arriba.

Vic no tardó en lanzarse sobre mi y abrazarme con fuerza. -Liv, que lindo tenerte aquí.- Dijo con emoción.
Thomas se sumó al abrazo. -Bienvenida Livi.- Con una sonrisa simpática me saludó.

Los ladridos de un perrito me ensordecieron por un instante, hasta que noté que Damiano cargaba con Chilli.

-Mira, él también está contento.- Dijo el castaño con un tono burlón mientras jugaba con su patitas.

No solté a Vic, estaba sonriente. -Es lindo que me dejen que estar con ustedes, que bella estás, y tu hijito esta precioso.- Señalé y me acerqué al animalito.

-Hola cosito bonito.- No pude aguantar mis ganas de acariciarlo. El perrito me ladraba y luego se dispuso a lamer mis manos intentando acercarse a mi cara. Sentía la mirada burlona de Damiano sobre mi y era algo incómodo.

Me alejé para saludar al resto de las personas y volví con Ethan quien tenía una sonrisa enorme.

-No quería que te fueras sin saludar a la familia.- Dijo abrazándome con fuerza una vez más.

Pasamos un rato más de la noche conversando de todo lo que había ocurrido en San Remo y anécdotas que me quedaban pendientes de conocer de los tours y de todo lo que no había podido presenciar antes.

Era la primera vez que no me sentía un sapo de otro pozo, fuera de lugar. Todo lo contrario, los chicos me habían integrado demasiado bien a su grupo, a sus conversaciones. Claro que nuestras reuniones por videollamadas habían sido el gran laboratorio donde pudimos desarrollar el vínculo, y ahí estaba, sintiendo una química, una alegría tremenda de estar con ellos.

Bebimos un poco de alcohol pero todo estaba muy controlado, a excepción de Ethan.

Él ya estaba un poco mareado y risueño. Era gracioso verlo así. No era de beber mucho, y su tolerancia era muy baja.