𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟗

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-¿Estas bien?- Preguntó suavemente el pelinegro.

No dejaba de preguntarme aquello, sobre todo al saber que había estado en contacto con mi madre. Omití el hecho de que a mis padres no le gustaba que estuviera en Milán con él. Pero a pesar de ello su tono de voz, dulce, atento y cargado de preocupacion, hacían que mi corazón latiera con mucha fuerza a cada instante.

Asentí y me acosté a su lado ocultando un mi rostro sobre su pecho a mismo tiempo que él se encargaba de acariciar mi cabello suavemente.

Era nuestra segunda noche en Milan y había pasado todo el día sola, en silencio, mientras que los chicos habían salido a hacer algunos photoshoots, regresando tarde.

No era conveniente que saliera con ellos, por lo que sin darle tantas vueltas al asunto me quedé con Chilli, aprovechando para hacer algunas compras para la casa, y cocinar algo rico para todos.

-No sabía que te llevabas muy bien con la cocina.- Comentó tiernamente, pude sentir mis mejillas arder por un momento.
-Por suerte no prendí fuego la casa.- Comenté cubriendo mi rostro.

Aquella noche los chicos tuvieron una videocall con su mánager, y el problema de las fotografías no estuvo fuera de la conversación, incluyendo la presencia de una abogada.

Se había logrado que mis fotos fueran bajadas de aquella web, la misma habia sido multada por miles de euros, pero aún las fotos habían circulado más allá y eso no se podía controlar demasiado, a pesar de los esfuerzos.

El hostigamiento cibernético no dejaba de ser una forma de violencia de género y por ello me habían interrogado si habían existido otras formas en las que habia sido violentada por parte de John. Me apenaba tener que explicar aquello, me daba vergüenza no haber sido tan fuerte como para prevenirlo.

Ethan tomó mi mano, recordándome lo que necesitaba saber y sentir;

No estaba sola.

-Solo una vez, en medio de una discusión fuerte me agredió físicamente, ese fue el motivo por el cual me fui.- Expliqué. -Luego de ello, la amenazas por mensajes y llamadas continuaron, pero la peor parte habían sido la publicación de las fotos.- Continué.

Todo estaba directamente relacionado, y sonaba fuerte pero todo había sido violencia.

-Eso es lo que me genera más ansiedad, de verdad no quiero perjudicar a nadie.- Continué.
-Lo más importante es tu integridad.- Explicó la abogada.

Lo sabía, pero no podía hacer de cuenta de que esto a Ethan y a su banda no los afectaba directamente.

-Y no, no debes sentir ni vergüenza ni culpa por esto. Quien da vergüenza es ese tipo, y la culpa la tiene él, y así lo han de declarar, culpable en el juzgado.- Continuó la abogada.

Todo era un proceso confidencial y que no debía salir a la luz.

Me sentía terrible realmente, toda la conversación me recordaba a los discursos de mi padre y mi madre en la sala de la casa, cuando actuaban como abogados o cuando simplemente eran ellos mismos, intentando sobrevivir el uno al otro. Era una sensación muy extraña, que me tenía la mente dispersa.

-Si intenta contactarte otra vez, o notas algún movimiento extraño en tu entorno debes hacernos saber. Él tiene una orden de restricción por lo cual no podrá acercarse a ti.- La abogada comunicó con firmeza.

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El resto de los días en Milan me había distraído de todo aquello.

Los chicos habían recibido la visita del New York Times en la casa para realizarles un photoshoot, los ayudé un poco con los pequeños detalles y fue todo muy divertido, hasta Chilli fue modelo aquella tarde.

Nothing Breaks Like a Heart [Ethan Torchio & Damiano David]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora