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Capítulo 11

—Matt, tú me dejas caer de esta escalera y verás las consecuencias— sí, acepté ir a tomar un café en la madrugada con uno de los chicos que mentía sobre quién era.

—Sí, me matarán por sacar a una menor con asesinos sueltos— se rio —. Yo te protegeré Haylee, siempre.

Sonaba tan tierno......no Haylee, no caigas maldita sea.

Matt fue a su casa a traer una escalera, mi ventana siempre era protegida por cadenas y candados, pero de esos me encargaba yo  de colocarlos cuando me iba a dormir, bajé por la escalera que Matt había traído y así quedé afuera de mi casa en plena madrugada.

—Ven, vamos— él tenía una sonrisa de victoria en su rostro, ¿qué tramas chico?

Acepté esto por el simple hecho que quería saber más de ellos, quería unirme más a su familia para averiguar sus secretos, sus planes y sus lados oscuros. Seguí a Matt en silencio, ambos entramos a su casa por la puerta principal, Matt dejó la escalera al lado de mi casa, la necesitaría para volver a subir, después de que entramos a su casa, nos dirigimos a la cocina, tomé asiento, todo estaba muy oscuro.

—¿Café frío?— me preguntó murmurando.

Asentí.

—Es el café que hace Jayden, es muy delicioso— sonrió mientras lo servía en vasos.

—Lo sé, me gusta— admití, lo había probado aquella vez que estuve aquí como loca —. ¿ A qué me has traído?— pregunté.

—A tomar un café y a que me acompañes— susurró.

—Matt, no caigo en tus mentiras— lo miré fijamente —. Ocultas cosas, igual Jayden

—No soy igual que Jayden cariño, él podrá ser raro, da miedo, pero yo no lo soy— aseguró —. Yo soy distinto.

"Lo haremos a nuestra forma" recordé lo que dijeron cuando los espíe, y claro que son iguales, ellos son iguales, Matt mentía.

—No lo sé— dudé —. Bueno, dame el café que no quiero que nos pillen.

Y aquí fue donde Matt se puso tensó y nervioso.

—Te lo dije Jayden, no quiero que esta mierda salga mal— el señor Hall, era él y estaba con Jayden, no los podía ver pero los escuchaba.

Miré a Matt y él me miro con una mirada fría.

—No saldrá mal padre, tú más que nadie nos conoces— Jayden sonaba enfadado —. Y te lo voy a seguir diciendo que nosotros sabemos cómo arreglar nuestro mierdero, no necesitamos de tu puta ayuda cuando la embarramos.

—Lo sé Jayden,claro que lo sé, ustedes desgraciadamente salieron a mí, y sé que aunque yo les de órdenes no las seguirán— hizo una pausa —. Osi lo harán, pero a su manera.

—Creo que deberías irte Haylee— Matt se tensó cuando escuchó unos pasos acercándose a la cocina.

—Cúrate ese brazo, Jayden— el señor Hall se rio y creo que subió por las escaleras, así que el que se estaba acercando era Jayden.

Y así era, él apareció por la puerta, no se veían sus tatuajes y aún yo no sabía como era eso posible, estaba sudado, su cabello húmedo caía por su frente, su boca tenía un poco de sangre, bajé mi mirada a sus nudillos de la mano y estaban rotos, como si estuviera peleando con alguien, mis ojos se abrieron como platos al verlo en esa condición,  mi vista viajó a su brazo derecho, tenía una herida, no tan grande pero le salía sangre, ¿qué había pasado?

Matt suspiró y le dio una mirada a Jayden y él solo embozó una sonrisa torcida con un poco de sangre en su labio.

—Pero mira quién está aquí— pasó su dedo por su labio limpiado su sangre —. Si es mi vecina favorita.