Jayden me pidió que lo siguiera, no sabía a donde íbamos, caminé tras él, el chico me llevó a uno de los pasillos de su casa el cuál no había entrado nunca, mientras él abría la puerta se escuchaban ruidos desde la habitación de Matt, cosas haciéndose en mil pedazos mientras él las lanzaba.¿Por qué está tan molesto? ¿Por qué su padre no viene a detenerlo? ¿A caso no le preocupa la condición de su hijo?
Jayden abrió la puerta de una de las habitaciones de ese pasillo, con su cabeza me dio la orden de que pasara adentro de la habitación, cuando entré a ese lugar me quedé sorprendida, había cualquier cantidad de fotos de ellos antiguas, todas eran en blanco y negro, las paredes estaban completamente cubiertas de fotografías menos una parte, era impresionante, me acerqué a mirar las fotos y escuché como Jayden cerraba la puerta, eran fotos de los gemelos cuando estaban pequeños, fotos de cada etapa de sus vidas.
—Es impresionante— susurré mientras pasaba mi mano en las fotos, son tan tiernos.
—Sí— susurró —. ¿Quieres escuchar una historia?— me preguntó en voz baja, no sé si sea yo o Jayden no está bien, algo le sucede a ambos.
—Claro— mi curiosidad ganó, caminé a la otra pared viendo las fotos, todas eran diferentes.
—Un 16 de agosto de años atrás, llegaron a la vida dos criaturas— sabía muy bien quiénes eran esas criaturas —. Su madre los cuidaba al igual que su padre, cuando las criaturas fueron creciendo— agarró aire —. Fueron experimentando ataques de ira, ataques maniacos— ¿es lo que tiene Matt —. Porque habían salido a su padre, desgraciadamente— me giré hacia él, Jayden estaba sentado en un escritorio con su cabeza baja jugando con sus dedos, tenía ansiedad —. Cuando una de las criaturas le agarraba un ataque maniaco a su padre también, ambos no se podían controlar y se desquitaban el uno con el otro, su madre no era tan fuerte para poder separarlos, ella nunca defendió a sus criaturas y dejó que su padre las criara a su manera, las criaturas necesitaban ayuda especial para sus ataques maniacos, pero su padre se negó— pasó rápidamente la mano por sus ojos —. Se negó porque eso era para débiles, las criaturas llegaron a casi sus diecinueve años y aún no se pueden controlar ni tampoco su padre, las criaturas no les cuenta a nadie por lo que pasan, por lo que han vivido, porque gracias a la crianza de su padre piensan que hablar sobre su vida es de débiles, piensan que pedir ayuda es de débiles, pero lo que sus padres no saben es que las criaturas sienten, tal vez tengan un poquito de sentimientos aún guardados, solo que gracias a sus tratos no pueden encontrarlos— se rio —. Que estúpidos— él se levantó de donde estaba sentado mirando fijamente las fotos —. Todo esto es una mierda.
Yo estaba ahí parada con mis ojos llorosos, esa historia me conmovió, jamás pensé que el señor Hall fuera tan animal, jamás pensé que dos chicos estuvieran tan mal, jamás pensé que de verdad ellos tuvieran sentimientos.
—Jayden— lo llamé y me volvió a ver con sus ojos rojos, se estaba aguantando las ganas de llorar, es increíble como los han criado, él no puede llorar porque piensa que es de débiles —. Llorar está bien, todas las personas lloramos Jayden, llorar no nos hace débiles, nos hace fuertes— caminé hacia donde él lentamente —. Nos hace fuertes porque nos ayuda a sanar, a desahogarnos y a seguir adelante sin tanto dolor— coloqué mi mano en su hombro, miré sus ojos celestes y sonreí tristemente —. ¿Por qué me cuentas esto a mí?
—Porque se que puedo confiar en ti— admitió —. Porque si me pides que me siente en el infierno a tomar una copa de vino contigo, lo haría.
—Creo que eso no va a pasar— me reí —. No quiero ir al infierno.
—Ya estás en el infierno, Haylee.
Sí, lo estoy, desde que los 3:33 aparecieron, estoy en el infierno.
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3:33
Misterio / SuspensoNo pensé que mi vida cambiaría de esta forma, no pensé que tan solo esas voces me podían destruir, luché contra esto pero no lo pude controlar, ellos siempre estuvieron ahí, en mi cabeza, siempre fueron los 3:33. Advertencia: Este libro puede tener...