5 meses atrás.—Madre— la llamé viendo desde la ventana de la sala —. Mira, rápido— ella se paró a mi lado y miró por la ventana —. Son vecinos nuevos— susurré.
—Al parecer sí hija, ¿Quiénes serán?— ambas nos volvimos a ver y entendí lo que me dijo con su mirada.
Suspiré.
—No me arrimaré a ellos hasta que tú me lo autorices— voltee los ojos. Harta de esta misma situación.
—Hija, solo te protejo— se cruzó de brazos —. Con los 3:33 sueltos no nos podemos confiar— me abrazó.
—Lo sé madre, pero ellos ya hace un tiempo no han vuelto aparecer, ya no han vuelto a matar— hice una pausa —. O por lo menos eso dicen las noticias— me encogí de hombros.
—Si hija, pero mejor prevenir que luego lamentar— me lanzó una mirada con dulzura.
Asentí. Como siempre.
—Ven hija vamos a la mesa, tu padre está a punto de llegar— su mano acaricio mi cabello.
—Vamos— sonreí, mientras un enorme suspiro salía por mi respiración.
Mi familia siempre ha sido unida, solo vivimos mi madre yo y mi padre, ellos siempre han luchado por darme lo mejor, para que yo pueda tener un gran futuro, y se los agradezco porque nunca me ha faltado nada, ellos son mi ejemplo a seguir. Mi madre es una mujer cuarentona, su cabello rubio opaco y sus ojos verdes musgo, la verdad de ella no saque nada y bueno, mi padre unos años mayor que ella, sus ojos entre negros y marrones oscuros, su cabello castaño claro, tampoco saque nada de él, se podría que decir que un poco el cabello pero no tanto, el mío es un poco más oscuro.
Le ayudé a mi madre a poner la mesa, mientras ella servía su deliciosa sopa en tasas, mmmmm olía delicioso. Miré el reloj y eran las 7:20 pm, la puerta de la sala se escuchó abrir, iba a salir corriendo a recibir a mi padre, pero mi madre me detuvo, como siempre.
—Haylee, ten cuidado, asegúrate de que sea tu padre— asentí con la cabeza y caminé con cuidado, un paso tras otro.
—¿Padre eres tú?— pregunté asomándome por la puerta de la sala.
—¡Claro que soy yo!— su voz gruesa exclamó y corrí hacia él —. Te he extraño hoy hija— me abrazó con fuerza.
—Y yo a ti— inhalé su perfume tan dulce que tenía, nunca quería olvidar su aroma —. Mamá ya tiene la cena servida, vamos— agarré su mano.
Mi padre y yo caminamos hasta la cocina, mi madre nos dio una gran sonrisa, se acercó a él y lo besó, algún día tendré un amor como el de ellos, eso espero. Nos sentamos en la mesa y empezamos a comer la deliciosa sopa azteca de mi madre, si que es buena en esta receta.
—Vi que hay vecinos nuevos— comentó mi padre —. Duraron mucho en vender esa casa.
Era cierto la casa del frente llevaba muchos años en venta, y la gente de Buford comentaba que era por la cantidad que valía, todas las casas aquí son grandes y hermosas, pero esa casa era el doble de una casa de este pueblo, era casi una mansión.
—Los que la compraron deben de tener mucho dinero— dijo mi madre luego de tomar un poco de fresco.
—Al parecer tiene dos hijos de la edad de Haylee o tal vez mayores, los vi ahora cuando me abaje del auto.
—¿Hijos?— pregunté
—Haylee, no quiero que te enamores— aquí vamos de nuevo con este tema —. Siempre serás mi pequeñita— mi padre sonrió y tomó mi mano.
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3:33
Misteri / ThrillerNo pensé que mi vida cambiaría de esta forma, no pensé que tan solo esas voces me podían destruir, luché contra esto pero no lo pude controlar, ellos siempre estuvieron ahí, en mi cabeza, siempre fueron los 3:33. Advertencia: Este libro puede tener...