El silencio fue lo que transcurrió en el camino, Jayden dormía y Matt conducía, por otro lado escuchaba susurros en mi cabeza, estaba tratando de asimilar todo lo que me ha pasado en tan solo en un abrir y cerrar de ojos."Aveces la vida toma un giro inesperado en la dirección correcta."
Esa frase me llegó a mi mente poniéndome en duda, no sé si lo que me esté pasando sea una dirección correcta, unos asesinos psicópatas que ocultan secretos, ocultan su físico, que han sufrido, y sobre todo mienten, ¿podrán llevarme a la dirección correcta?, no lo creo.
Dejo de pensar que ahora las personas que me rodean son psicópatas con sed de sangre y pienso en el porqué mis padres me han ocultado esto, en porqué no insistieron en que siguiera tomando mis medicamentos.
—Matt— decido por fin romper el silencio —. ¿Por qué mis padres me ocultaron quien soy en realidad?¿Ellos sabían sobre mi enfermedad?
—Haylee, es complicado para ellos, querían protegerte— pasa su dedo pulgar por sus labios lentamente —. Querían protegerte de estas cosas, ellos lo sabían.
Muchas veces nuestros padres nos ocultan cosas para protegernos, pero lo que no saben es que el dolor más fuerte es cuando llegamos a enterarnos de esas cosas por otras bocas y no por la de ellos. En que no me dijeran lo de mi enfermedad fue una daga directa a mi corazón.
—Lo que sea que te espere en ese pueblo te apoyaremos, sabemos muy bien por lo que pasas, al final de todo somos los elegidos, ¿no?— la sonrisa de Matt me da seguridad, su voz me hace pensar que todo va a estar bien aunque no sea así.
—Gracias— bajé la mirada y luego la desvié hacia donde Jayden, estaba ya despierto acostado en el asiento.
—Haylee, perdón— susurró de un pronto a otro —. Perdón por salir así corriendo como idiota, perdón por darte camiseta que usaba Layla, perdón por ser tan idiota, sé que te puedes sentir mal por mi culpa, vas a pensar que te usé nada más, pero te juro que no es así, yo te amo Haylee, pero tengo miedo, miedo de perderte, todo lo que quiero se va, me siento condenado a ser infeliz, creo que no existe el amor sin dolor, sin sufrimiento, si yo te pierdo, me pierden a mi también, no soy capaz de sumar un motivo más para mi infelicidad— Matt alzó sus cejas asombrado por lo que había dicho su hermano.
—No pasa nada Jayden, comprendo que es difícil para ti, no te voy a criticar, yo te quiero ayudar a ser feliz Hall, pero si el miedo te pausa nunca lo lograré— vi como se sentó y jugueteaba con sus dedos —. Y no me iré, te lo prometo Hall.
Él me dio una sonrisa tierna, miré al frente y ya casi llegábamos a casa.
—Lleva el plan controlado en tu mente, piensa que ya lo has hecho y salió a la perfección, confía en ti y seamos la razón por la que una monja aprieta su rosario al vernos.
"Seamos la razón por la que una monja aprieta su rosario al vernos"
Así lo haremos Matt, estoy lista.
4:55 pm, habitación cámara de Gesell.
Jayden Hall.
Cuando llegamos a casa, habían dos oficiales esperando, mamá y papá habían regresado, ayudaron en mucho entreteniendo a los oficiales. No duramos ni 10 minutos en casa cuando nos subieron en la patrulla a los 3 y nos llevaron para esa habitación donde hemos estado muchas veces, no solo en este pueblo, tiempo atrás pasábamos metidos en una de estas habitaciones, nos salvaba que mamá es abogada.
—Tu madre nos ha dicho que fueron a unas cabañas o un hotel algo así— mi mirada era totalmente fría, veía el movimiento de sus manos, de sus pies y sobre todo el de su mirada, sabía que el oficial me metía.

ESTÁS LEYENDO
3:33
Misteri / ThrillerNo pensé que mi vida cambiaría de esta forma, no pensé que tan solo esas voces me podían destruir, luché contra esto pero no lo pude controlar, ellos siempre estuvieron ahí, en mi cabeza, siempre fueron los 3:33. Advertencia: Este libro puede tener...