Jayden Hall.
—¿Por qué dijiste eso papá?— está claro que es una mentira, fui yo quién estuvo con Danna, no mi padre, y no estoy seguro de que Haylee se fuera tragado esta mentira, es desconfiada.
—Jayden sé que soy un adulto hijo de puta, incluso Haylee lo cree, y no lo voy a negar porque sé que lo soy, los he maltratado por años y no voy a decir que me arrepiento, lo que he hecho es por algo, y ustedes también me han golpeado, creo que estamos a mano, pero cuando estaban niños no podían defenderse y sé que ustedes me odian— se rasco la barba —. Y quizás quieren que me muera— lo he pedido de deseo cada año —. A final soy el padre y creo que cubrirte con Haylee fue lo mínimo que pude hacer para ¿ayudarte?— Matt tenía cara de sorprendido y no voy a negar que yo también lo estoy, mi padre no es así.
—No tenías porque ayudarme— dije molesto, la ayuda de alguien nunca la había recibido y menos de mis padres.
—Los traje aquí con la condición de que no se engancharan con ella, pero al parecer tú cómo siempre no haces caso— me señaló y suspiró —. Sabes que no puedes estar con ella Jayden, es imposible, pero lo prohibido es tu segundo nombre y yo no puedo intervenir tus decisiones y sentimientos, pensé que nunca te ibas a volver a enamorar desde la vez que Layla se fue.
—No quiero hablar de eso— susurré tensando mi mandíbula.
—¿Ya se fue la loca?— Dan asomó la cabeza por la cocina —. ¿Por qué tienen esa cara? ¿Me perdí de un chisme? No puede ser, ME HE PERDIDO DE UN CHISME, es el final del universo, me voy a morir, mi respiración se está acabando, ayúdenme— se tapó la boca con su mano, me saca de los cojones cuando Dan es exagerado.
—Papá dijo que se acostaba con Danna para cubrir a Jayden con Haylee— Matt se sentó encima de la mesa lentamente.
—¿Tú, el gran señor Hall hiciste eso?— Dan alzó las cejas sorprendiendo.
No me gusta que nadie me ayude, y aunque aveces la necesite no la pido, yo me las puedo arreglar solo, pero creo que es lo mínimo que papá pudo hacer por su hijo después de pegarle por años, y esta vez lo aceptaré.
—Gracias papá— susurré mirándolo fijamente tenso.
—Se va a caer el mundo, ¿acabas de decirle gracias?— Dan se llevó su mano al pecho.
Mi padre asintió y salió por la cocina dejándonos solos, los tres subimos rápidamente al salón de juegos en silencio.
—Matt, ¿cómo se te ocurre decir que voy a vestirme de ángel negro?— es lo más idiota que he escuchado, no soy de fiestas y menos de disfrazarme.
—Necesitamos que Haylee venga de blanco Jayden, es lo único que se me ocurrió— sacó un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió nuevamente.
En eso tenía razón, esta fiesta iba a ser la más interesante en mi vida, nunca hacemos fiesta de cumpleaños porque es ridículo pero esta vez, es importante, no porque cumpliremos 19, si no por un gran suceso, que estamos seguros de que va a pasar.
—¿Y yo? ¿Yo de qué me disfrazaré?— Dan se cruzó de brazos haciendo un puchero —. ¿Por qué no puedo ser un ángel negro también?
—Porque Haylee no debe saber que estás en la fiesta, tienes que usar máscara y vigilarla— bufé.
—Bien, como ustedes manden, me vestiré de muerte— sonrió ansioso —. Eso seré, la muerte
Matt intercambio una mirada conmigo, me sigo arrepintiendo de hacer a Dan parte de este plan. No voy a negar que es astuto cuando quiere, es inteligente en varias ocasiones pero a la misma vez estresante, sale con idioteces, y con lógicas que ni tienen nada de sentido, y lo que me estresa más, lo exagerado que es con las situaciones.

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3:33
Gizem / GerilimNo pensé que mi vida cambiaría de esta forma, no pensé que tan solo esas voces me podían destruir, luché contra esto pero no lo pude controlar, ellos siempre estuvieron ahí, en mi cabeza, siempre fueron los 3:33. Advertencia: Este libro puede tener...