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Capítulo 15

Haylee

Es de noche, el pueblo está tranquilo.

Hoy fue un día muy cansado, después de que fui con Matt al parque, dormí un rato.

Ahora se estarán preguntando:

¿Qué hicimos? ¿Qué me dijo Matt? ¿Cómo me fue? Pues....

Horas antes

—¿Por qué Jayden no vino a tomar sus fotos?, ambos están en la misma clase, ¿no es así?— pregunté mientras caminábamos por un parque.

—Nos dividimos los trabajos— admitió —. Yo hago este proyecto para ambos y él hace inglés— Matt miraba por la pantalla de la cámara mientras sonreía —. Es una cámara antigua, tiene fotos— trate de mirar por la pantalla de la cámara pero Matt pasaba las fotos muy rápido.

—Mira— estiró su mano —somos Jayden y yo de pequeños, yo soy el más lindo—  hizo un gesto coqueto mientras me enseñaba.

Miré a la cámara y era la señora Hall sentada como en un sofá blanco, tenía a los gemelos uno en cada brazo, en mi rostro se formó una sonrisa, se veían adorables, y ademas de eso son idénticos. La señora Hall se veía más joven pero seguía similar a como está ahora, solo que en esa foto se veía cansada, tenía ojeras.

—Diría que tú eres el más lindo, pero son idénticos, si te lo digo a ti también se lo estoy diciendo a Jayden— me reí.

—¿Cúal crees que soy yo?— me miró y ahí sentí que lo tenía muy cerca, su brazo rosaba el mío, y mi cuerpo empezó a temblar y mis mejillas a encenderse, es muy atractivo, demasiado se podría decir, a mi mente llegó la imagen de sus tatuajes y de sus preciosos abdominales, nunca pensé conocer a chicos tan wow como lo son ellos.

Me enfoqué de nuevo en la foto.

—No se, ambos son iguales y....

—Piensa— me interrumpió.

Mandón.

Miré la foto de nuevo y con detalle, pero lo que me llamó la atención fue que atrás estaba colgado el anillo que me habían dado, ahora tenía curiosidad por el anillo que llevaba en mi dedo.

—¿Ya sabes cual soy?— Matt volvió a preguntar.

—El de la derecha— susurré —. Estoy segura.

—¿Por qué?— él bajó la cámara y quedamos frente a frente.

—Tienes un lunar en esta parte de la mano— agarré su mano derecha y le señale el pequeño lunar que tenía a la par de su dedo pulgar.

—Eres astuta, cariño— me sonrió, vaya y que sonrisa tan perfecta tiene.

—Si te hago una pregunta, ¿me la respondes?— tragué grueso.

—Depende— respondió al instante.

—¿Qué significa el anillo?— levanté mi mano y lo señalé.

—Es muy valioso— su mano tibia tomó la mía —. Hay una historia— acarició el anillo con su pulgar —. Pero no la puedes saber aún, es complicado.

—Si es muy valioso, ¿por qué me lo dan a mí?

—Lo entenderás a su tiempo Haylee.

—Matt, solo dime, yo me siento perdida, tengo miedo, no me siento la Haylee de antes, ustedes llegaron a este pueblo y todo cambió, mi vida también, yo no me merezco nada de esto, la muerte de Daila no me la merezco y creo que ella tampoco, ni los recuerdos que tuve, yo no hice nada así, estoy segura— me abracé a mi misma bajando la mirada y aguantándome las ganas de llorar.