El viernes llegó.
Grace me llevó a comprar un poco más de ropa, esta vez en una tienda con un poco más de opciones que Vintage. Unos vaqueros sin romper, un suéter ajustado con cuello amplio color morado y unos tenis blancos fueron, entre otras cosas, parte de las prendas que compre para la cena con Natalia.
-Que todo salga bien, hijo. Espero que pronto puedas cumplir tu propósito- me dijo la bruja unos minutos antes de salir de casa.
Iba con tiempo de sobra, así que decidí pasar a saludar a Bigotes, quien se encontraba comiendo restos de pescados robados de la tienda de Wiktor.
-No es necesario que sigas robando, Biggs, puedo traerlo yo mismo por ti, si gustas
-Eso sería fabuloso, Ezra, al final creo que no es tan malo tener un amigo humano después de todo
Me despedí de Biggs y me dirigí a la pizzería, lugar donde vería a Natalia y dónde aprovecharía para ver a mis amigos.
Kitty y Kurtz estaba sentados en la ventana que daba a la calle, el frío de esa tarde era fuerte y ellos preferían estar en casa que en el balcón de su ventana. Biggs debía estarlo pasando mal con el frío, y se me ocurrió la idea de llevarle e algo caliente después.
La pareja salió a saludarme.
-Ezra, nos da mucho gusto verte ¿Qué haces por aquí?- Kitty se restregó en mis pantalones en modo de saludo. Era extraño, pero ya me estaba acostumbrando a verlos de ese modo.
-Hoy nos trajeron latas de comida de las que tanto te gusta. Lamento ya no poder compartirlas contigo, amigo
-No te preocupes, hoy vengo aquí a comer comida italiana
-Vas a verte con esa mujer ¿Cierto?
-Sí. Natalia viene esta noche, sólo es en plan de amigos- en ese momento, Natalia iba doblando la esquina del lugar, saludándome con la mano y sonriendo. Mis nervios habían vuelto.
-Te dejamos, Ez, esperamos que todo salga bien. Nos vemos después- ambos gatos se restregaron en mi pantalón y se devolvieron a su hogar.
Natalia se posó delante de mí y me saludó con dos besos, uno en cada mejilla. Sentía calientes las orejas y que me había sonrojado muchísimo.
-Tu tía tenía un gato que a me caía muy bien, lástima que se haya escapado- me tensé un poco, y esperé que ella no notara nada- hubieras llegado un par de días antes y hubieras conocido a tu tocayo.
-Sí, lamentable que se haya escapado el pobre animal ¿pasamos? Estoy congalendome aquí afuera.
-¿Querrás decir congelándome?
-Lo lamento, tengo problemas para pronunciar algunas palabras- necesitaba empezar a escribir y continuar con mis prácticas de lenguaje si quería evitar errores tan simples como esos.
Grace me había dado unos pequeños consejos para ser caballeroso con ella, los cuáles recordé justo a tiempo. Jale su silla para que se sentase.
-Gracias- dijo ella, con esa hermosa sonrisa en el rostro. El mesero nos entregó las cartas.
-Pide lo que gustes, no hay problema- no sabía mucho aún y desconocía algunos ingredientes. ¿Anchoas y aceitunas? Definitivamente ella debía ordenar.
-Vaya, gracias. Será la clásica de peperoni con queso, si no te molesta-
-En absoluto
Ordenamos la comida y la bebida. Ella me miró a los ojos.
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Volver a Amarte
RomanceLa vida de un gato es aburrida: comer, dormir, repetir. Pero si eres el gato de una bruja las cosas cambian, sobre todo si una de sus clientas ha llamado tu atención y no en el sentido en que imaginas. Acompaña a Ezra en esta mágica aventura en la q...