Natalia se me había apartado de su lado aquella tarde, y no respondía ninguna de mis llamadas ni de mis mensajes. Grace intentó consolarme, pero era inútil intentar que yo me sintiera bien, la razón por la que había pasado tanto dolor y sufrimiento ahora ni siquiera me hablaba. No estuvo me respondió si quiera cuando le escribí dos semanas después de nuestra pelea que el libro ya estaba distribuyéndose y que me habían entregado la primera copia.
Estábamos a mitades de febrero y faltaba muy poco para que el equinoccio se acercara y fuera nuestra oportunidad para revertir la maldición. Los nervios me carcomían por dentro.
Una mañana, después de no haber dormido en prácticamente toda la noche, me fui a visitar a mis amigos a la casa de Bigotes. Hablar con ellos siempre me abría la mente y me hacía ver las cosas desde otra perspectiva pues la sabiduría de los gatos era ancestral, solemos ser mentes maquiavélicas cuando nos lo proponemos en verdad.
La casa de Bigotes estaba muy silenciosa, era muy temprano por la mañana y ninguno de los otros se aparecería por allí hasta más tarde. Biggs dormía plácidamente en la caliente y mullida cama que había comprado para él. El lugar ya era mucho más cálido que cuando lo frecuentaba andando en cuatro patas. Bigotes empezó a ronronear en cuanto escuchó cómo le hablaba.
-Que milagro tenerte de vuelta, Ezra- el gato se estiró, dejando ver sus colmillos afilados y su lengua rasposa al abrir la boca para soltar un bostezo.
-Lamento molestarte tan temprano, Biggs, es que necesitaba hablar con alguien y ya no quiero importunar a Grace con mis problemas
-No te preocupes, a un gato viejo siempre le gusta la compañía de aquellos a quien ama, y ti, mi buen amigo, es imposible no amarte
Eso deberían decírselo a Natalia, quien me había apartado de su lado cuando lo necesitaba porque se había dado cuenta de quién era yo en realidad, y seguro conjeturó en que Grace me había ayudado en algo pues, la última vez que se encontraron de frente, Natalia agachó la mirada y se cruzó la acera. Seguro se sentía decepcionada, en parte era mi culpa por no haberle dicho desde hace tiempo lo que había sucedido, pero es que no pensaba que se daría cuenta de la situación justo después de la muerte de su padre.
Eran muchas cosas juntas que sucedieron al mismo tiempo y que eran difíciles de asimilar, quería darle tiempo, pero eso era precisamente lo que no teníamos. No estaba seguro si la transformación podría hacerse a la próxima primavera o tendría que ser justo después de la luna llena de Noche de Brujas, pero no estaba dispuesto a arriesgarme.
-Pero ¿Acaso terminaste con Natalia? ¿Acaso no estaban destinados a estar juntos?
-Tuvimos una fuerte pelea. Su padre murió y por alguna extraña razón descubrió quien soy, o más bien, quien era. Nos estamos dando tiempo para que ella asimile las cosas y podamos romper la maldición.
-Ezra...- el tono de voz que pude sentir en mi cabeza era de preocupación. Bigotes tenía algo importante que decirme y empecé a ponerme muy nervioso- al parecer ella no entendió lo que le quisiste decir con eso.
¿De qué estaba hablando? Mi respiración se aceleró y comencé a crujir mis nudillos, mientras una sensación de náuseas me invadía.
-¿Qué quieres decir?
-Ezra, vi a Natalia hace dos días con otro hombre... estaban besándose
No puedo describir con exactitud la manera en la que me sentí cuando escuché esas palabras, pero fue como si me hubiera arrojado por un precipicio directo al vacío sin paracaídas; como si un elefante se posara sobre mi pecho y mi estómago, impidiéndome respirar de manera correcta, haciendo que mi corazón doliera como si le clavaran millones de alfileres o lo estuvieran estrujando por dentro. Mi mente dio mil vueltas y recordó cada una de las cosas que había visto, que había vivido, y como si alguien hubiera tomado mi consciencia y mi razón, como si un titaritero me hubiera tomado por los hilos, me dirigí a casa de Natalia, sin explicar a Bigotes el motivo de mi partida.
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Volver a Amarte
RomanceLa vida de un gato es aburrida: comer, dormir, repetir. Pero si eres el gato de una bruja las cosas cambian, sobre todo si una de sus clientas ha llamado tu atención y no en el sentido en que imaginas. Acompaña a Ezra en esta mágica aventura en la q...