-¿Estás seguro de que esta es la mujer, Esdras?- me había quedado mudo. ¿Cómo iba a culpar a una mujer tan hermosa?
-Esdras, tu padre ha preguntado algo- ah, con que ese señor era mi padre. Yo no sabía que decir, así que negué con voz firme.
-No padre, creo que me equivoque y lo lamento demasiado
-Está mintiendo, Saith. Puedo verlo en sus ojos
-Creo que Esdras ya ha dejado claro que ella no es la mujer que había acusado. Una disculpa, plebeya, esta humillación te será saldada con creces. Lamentamos el malentendido que mi hijo hizo que pasaras.
La mirada de mi padre hacia mí me dejó helado. Lo había decepcionado a niveles muy altos y yo estaba seguro de que lo pagaría muy caro. La mirada de la mujer de la esquina eran como mil cuchillos que se clavaban en mi alma.
Desperté un poco agitado después de ese sueño. Llevaba teniendo el mismo sueño desde que era un gato, pero por supuesto no sabía descifrar que significaba ni porque era tan recurrente. Ahora que podía hablar era mi momento de preguntarle a Grace.
-Buenos días, Ezra ¿Cómo amaneciste el día de hoy?- desde que podía conversar con alguien más desde temprano el humor de Grace había cambiado. Nunca había sido una persona con mal genio, pero sin duda se la veía más feliz ahora que tenía un hijo sin tener que haberse casado, o peor aún, parido.
A los ojos de Grace, a pesar de haber podido adoptar un pequeño niño cuando era más joven, se negó a hacerlo. Cuando era joven no poseía el poder que tenía actualmente, requirió de muchos años de práctica. Práctica que no hubiese realizado de haber tenido que cuidar a un bebé mortal.
Además tenía el mismo miedo de que sucediera con el bebé lo que sucedió con su primer y único novio; que no fuera a aceptar que ella era una bruja y que, al final, el terminaría yéndose y dejándola sola, lo cual hubiera sido bastante doloroso para ella. Grace era una bruja poderosa, pero también era humana, y la partida de alguien tan querido le hubiera roto el corazón en mil pedazos.
-Muy bien Grace, gracias- ella sirvió un poco de café en una taza y me la entregó. Estaba delicioso- mmm ¿mexicano?
Mi paladar se estaba acostumbrando a los deliciosos sabores humanos y aún me faltaba mucho por aprender de ellos pero, en cuanto a café, ese si podía distinguir con más facilidad de donde era, por su olor o sabor. Era simplemente exquisito.
-Exacto, Veracruz- ayudé a Grace a servir el desayuno. Unos hot cakes cubiertos con leche condensada, exquisitos- No me has platicado ¿cómo te fue anoche con Natalia?- levantó las cejas en plan juguetón y yo me sonroje un poco. Pensar en ella era demasiado para mí, automáticamente mi cuerpo empezaba a sentir cosquillas y me entraban unas ganas de vomitar terribles, a la par que mi respiración se agitaba.
-Todo estuvo muy bien, de hecho, creo que al final no soy pésimo contando historias y le entregué el libro "que escribí"- dije, marcando unas acentuadas comillas en el aire. Eso lo había aprendido de Grace mientras la observaba.
-Bueno, espero que ayer te hayas dormido tan tarde por empezar a escribir tu historia
-Así fue, pero, Grace quiero preguntarte una cosa que me ha estado carcomiendo desde que era un gato, literalmente
Ella enarcó una ceja.
-He estado teniendo un sueño recurrente en el que estoy sentado en un trono, al lado de un rey. De pronto una mujer entra y todo el mundo la abuchea. El hombre, que se supone que es mi padre, me pregunta si ella era la mujer a la que tiempo antes había acusado y yo niego, porque no me atrevo a acusarla por ser muy hermosa, entonces mi padre se molesta conmigo y, una mujer sentada al lado de mi padre dice que alguien miente, no estoy seguro de ser yo o de que sea la plebeya. Entonces mi padre secunda mi declaración, me mira severamente y se disculpa con la mujer. No sé de qué se trata, Grace, pero siento que es algo importante.
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Volver a Amarte
RomantizmLa vida de un gato es aburrida: comer, dormir, repetir. Pero si eres el gato de una bruja las cosas cambian, sobre todo si una de sus clientas ha llamado tu atención y no en el sentido en que imaginas. Acompaña a Ezra en esta mágica aventura en la q...