-Pensé que no llamarías- una parte de mi estaba totalmente arrepentida de lo que estaba haciendo, estaba traicionando a la mujer que amaba más que a nada en esta vida pero, por otra parte, ella no estaba aquí conmigo, no había nadie a quién traicionar-creí que te había espantado
-Por supuesto que no, sólo me dejaste pensando
-¿Y?
-Aceptaré tu propuesta- creo que ella nunca se imaginó que recibiría una respuesta positiva a su proposición pues lanzó un chillido tan agudo que hasta el conductor de nuestro automóvil me miró desconcertado. No estaba seguro al cien por ciento de lo que estaba haciendo pero, últimamente, ya no estaba seguro de nada.
Colgué el teléfono después de decirle que la llamaría al terminar la firma de autógrafos para afinar los detalles de nuestro viaje. No sabía cuando ella estaría de vacaciones o si las pudiese tomar inmediatamente pero confiaba en que su ofrecimiento pudiera llevarse a cabo en seguida, eso me ayudaría mucho a dejar mi depresión de un lado.
Por supuesto me tomaría el tiempo de despedirme de mis viejos amigos a los que tanto quería, no sabía cuándo volvería, pero me tomaría un buen tiempo regresar y, teniendo en cuenta la condición en la que vivíamos de ser gatos, que en cualquier momento pueden atropellarte, o morir de viejo o que no puedes quejarte de un dolor como un humano... siendo persona uno nunca sabe cuándo será la última vez que hablará con alguien, menos siendo un animal.
Llegamos al hotel una hora después de haber subido al automóvil. Todos los lugares en los que me hospede tenían una decoración moderna, minimalista, el hotel en el que estaba en ese momento tenía un encanto viejo, para nada descuidado, como si el tiempo no hubiera pasado por él, era como una gran mansión: las alfombras eran terracota con garigoleados, las paredes eran mitad de madera mitad papel tapiz marrón y beige, a juego con los tonos beige y terracota de las alfombras; había candelabros enormes y las habitaciones, a pesar de tener iluminación moderna, las camas eran gigantes, de madera oscura, con diseños quizá victorianos campestres, era como ir paseando por los pasillos del Titanic, pero donde todo olía a madera y, al abrir la puerta de la terraza, te encontrabas con un lago inmenso, con cisnes y patos y no con el océano atlántico esperando por ti para atraparte en sus heladas entrañas después de haber chocado con un tempano de hielo.
Sólo para que conste, no, Rose y Jack no cabían en la tabla al mismo tiempo. Se hubiera hundido y ambos hubieran muerto.
El lugar era tan idílico y hermoso que pedí quedarme dos o tres días más con Grace para disfrutar de tan maravilloso lugar. Una lágrima asomó en los ojos de mi madre al ver en dónde estábamos parados.
-Ezra, es hermosísimo- por supuesto que lo era.
Nos quedamos platicando durante mucho tiempo viendo hacia el lago cuando Diego me llamó para decirme que me preparara, la firma de autógrafos estaba por llevarse a cabo y debíamos viajar hora y media para llegar hacia la Feria del Libro.
-Lamento no haber conseguido un hotel más cercano al lugar, pero hubo muchos problemas y este fue el único disponible- dijo mi editor, dándome palmadas en la espalda- tuviste suerte, sino hubiésemos tenido que viajar dos horas o más para un hotel.
En realidad no me importaba viajar, le estaba tomando el gusto y, si tenía que viajar una hora y media para llegar a un lugar tan maravilloso como ese, lo haría sin quejarme.
El lugar estaba repleto de gente, comprando libros, viendo conferencias, o simplemente paseando por el lugar, olía a papel y a tinta recién impresa por donde sea que pasaras.
La zona que me tenían asignada ya tenía una fila enorme de personas que estaban esperando a que llegara y, de hecho, estuve más de una hora entre foto y autógrafo y no había llegado a la mitad de la fila. Me sentía sumamente agotado.
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Volver a Amarte
RomanceLa vida de un gato es aburrida: comer, dormir, repetir. Pero si eres el gato de una bruja las cosas cambian, sobre todo si una de sus clientas ha llamado tu atención y no en el sentido en que imaginas. Acompaña a Ezra en esta mágica aventura en la q...