Tokio, Nairobi y Ezeiza se estaban arreglando para salir con los chicos, a escondidas de los más estrictos de la banda. Tokio estaba demasiado borracha sentada sobre el tocador viendo a Nairobi pintarse los labios, mientras que Ezeiza estaba terminado de atarse los cordones de los borcegos. Nairobi tenía puesto un vestidor azul y unas botas parecidas a unas de Ezeiza, Tokio tenía un top negro, una pollera negra de alas de ángel y unas medias de red, Ezeiza tenía unos borcegos de hevilla por debajo de las rodillas, un vestido negro bastante corto con un tajo en un costado y una campera de cuero.
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- ¡Que guapa estás, mi amor! -halaga Nairobi, haciendo sonreír a Ezeiza pero haciendo que se confunda por el apodo cariñoso-
- Vos también estás hermosa -comenta enrrolando un porro y manteniendo la mirada fija en Nairobi mientras lo hacía, poniéndola nerviosa-
Tokio se puso a maquillarse frente al espejo, ignorando por completo a Nairobi y Ezeiza, por lo que Nairobi sin darle muchas vueltas al asunto agarro a Ezeiza por las caderas pegándola a su cuerpo y juntando sus labios en un beso que se notaba llevaba deseando dárselo hace tiempo y sabiendo que Tokio no se acordaría de nada al día siguiente, lo hizo. Ambas se separaron con una sonrisa, Ezeiza le guiño un ojo a Nairobi mientras prendía el porro, Tokio baja un poco a la tierra y se acercó a Ezeiza para sacarle el porro de la boca y comenzar a fumar ella, dándole un beso rápido a Ezeiza antes de que empiece a quejarse; Nairobi miro a Ezeiza alzando las cejas y rodó los ojos al ver cómo Tokio le daba una nalgada a Ezeiza, SU Ezeiza.
Los chicos entraron a la habitación, rieron un rato al ver a Denver hacer una imitación muy mala de Berlín al robarle un blazer azúl de alta costura, como toda su ropa. Ezeiza, que era una de las más sobrias, junto a Nairobi, se ofreció a manejar para evitar que se maten todos en un accidente automovilístico. Mientras Ezeiza manejaba Nairobi no le sacaba la vista de encima, ni Tokio a Nairobi, notoriamente celosa de las miradas que se daban entre las dos morochas; Nairobi nuevamente se dejó llevar por su impulso y puso su mano sobre la pierna de Ezeiza, cerca de su intimidad, lo que hizo que está la agarre para dejar un beso en su dorso para luego dejarlas unidas.
Cuando llegaron a la verbena todos comenzaron a bailar, Denver intentaba conseguir alguna chica, Río intentaba sin oportunidad capturar la atención de Tokio, quien estaba muy ocupada mirando a dos mujeres que bailaban sensualmente muy juntas y se daban miradas que no expresaban solo deseo, transmitían amor. Cuándo Ezeiza se alejo a buscar bebidas a la barra Nairobi siguió su trasero con su vista hasta perderla entre la gente.
- Tiene buen culo ¿Verdad? -pregunta Tokio gritando por el volúmen de la música-
- ¿Que dices, tía? -pregunta Nairobi confundida-
- ¡Que tiene buen culo! -repite Tokio, Nairobi negó con la cabeza tratando de mantener su orgullo heterosexual- No es una pregunta, es afirmación... tiene buen culo, yo se lo he visto en primera persona y se lo he tocado -comenta con la simple intención de hacerla enojar intentar que de aleje de ella- no sabes lo bien que folla...
