- Lo primero buenos días -Berlin arranco con su discurso, que días antes había practicado con Ezeiza atada a una silla actuando de rehén-
"Tú debes decirme si este discurso te hace sentir segura, por lo tanto actuaras de rehén y pasa ser un rehén, debes sentir y pensar como tal" Fueron las palabras de su amigo antes de atarla y amordazarla.
- Soy la persona que está al mando y antes de nada quiero... presentarle mis disculpas, realmente no son formas de terminar la semana pero ustedes están aquí en calidad de rehenes... si obedecen les aseguro que saldrán con vida -termino Berlín antes de ir a consolar a una embarazada que lloraba-
- Móvil -pide Denver junto a Rio-
- ¿Para que quiere el móvil? -pregunta Arturo Román, el director-
- O me das el puto móvil o te lo saco a culatazos, tú verás... pin -pide cuando se lo da-
- 1234 -responde Arturo con la voz temblorosa, Denver y Rio comenzaron a reírse en su cara-
- Con to'a la cara 'e listo que tienes y pones esa mierda de pin ¿Nombre? -pregunta-
- Arturo Román
- Muy bien, Arturito -susurra Denver anotando su nombre y pin-
- Ustedes son nuestro salvoconducto aquí, así que yo les voy a proteger -asegura Denver, Ezeiza ahogó una carcajada y Berlín se dió vuelta a mirarla reprochante- ey... Dame las manos... suelta...-le susurra a una rehén con un ataque de ansiedad- ¿cómo te llamas?
- Ariadna...-responde asustada-
- Ariadna, ven aquí conmigo... -susurra caminado hacia el centro de todos los rehenes- siente mis manos... ¿son las manos de un monstruo? -pregunta-
- No
- Eso es porqué no soy un monstruo... se muy bien como te sientes, la boca seca, sensación de ahogamiento, debes intentar tranquilizarte...-pide con tono amable-
- ¿Que le pasa a este? -le susurra Río a Ezeiza-
- Quiere que crean que están seguros con el -responde Ezeiza como si fuera obvio-
- ¡Por favor respiren todos conmigo! -pide Berlín alzando la voz-
Cómo si de una clase de yoga pre parto se tratara comenzaron a respirar, inhala y exhala, inhala y exhala, así sucesivamente.
- Suave, suave... hazte responsable de tu respiración -pide aún sin soltar las manos de la rehén esa- eso es... -susurro antes de que empiece a sonar el teléfono- La señorita Mónica Gaztambide, por favor -la llama-
- No te muevas, no te muevas -suplicaba Arturo agarrado a la mano de su secretaria-
- Calla, Calla -murmuraba Mónica-
- La señorita Mónica Gaztambide ¿Sería tan amable de dar un paso al frente? -pregunta Berlin-
- Mónica Gaztambide, tenés tres segundos para dar un paso al frente si no empiezo a repartir balazos y vos vas a ser la única responsable de todas esas muertes -exigio Ezeiza, usando su lado más frío y duro. Una mujer rubia con rulos dió un paso al frente- muy bien, ya nos vamos entendiendo...
- Soy yo -murmura asustada-
- Quiero que atiendas el teléfono y convenzas a quien sea de que está cerrado por un problema técnico ¿Entendes? -pregunta Ezeiza agarrandola del brazo, ella asiente- no me queda otra que apuntarte con una pistola ¿la sentís? -pregunta poniendo la mano de Mónica sobre la pistola- ahora...-susurra dándole el teléfono-
