𝚃:𝟷 𝙴𝙿:𝚟𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚍𝚘𝚜

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- ¿Es cierto eso? -cuestiona Tokio asombrada-

Tokio, Berlín y Ezeiza estaban en la sala de reuniones, Las dos mujeres conversaban entre sí y Berlín de vez en cuando agregaba algún comentario.

- ¿Que cosa? -responde Ezeiza con otra pregunta-

- Que te has follado una monja en una capilla... -responde Tokio con obviedad- Lo ha dicho el corderito...

- Si, lo ha hecho -agrega Berlín tomando un café, Ezeiza lo miro reprochante-

-suspiro pesadamente- Si, lo hice -afirma-

- Joder... -susurro Tokio- Como que me estoy poniendo cachonda -comenta, Ezeiza escondió una sonrisa- ¿Y que tal ha sido? -cuestiona-

- No, no, no, no quiero oír detalles sexuales -niega Berlín con desagrado-

- Yo tenía 16 y ella 22... yo vivía en un monasterio dónde había monjes y bueno, creo que tres o cuatro monjas... digamos que costó bastante que me preste atención... empezamos con lo simple, las miraditas, la sonrisita, se ponía colorada si le decía algo lindo y bueno, un cura intentaba mantenerla alejada de mi porque decía que yo le iba a meter el diablo -comenta, Tokio y Berlín rieron- después le daba regalitos, y bueno, la situación iba subiendo... hasta que un día la encontré sola en la capilla y en mi defensa voy a decir que ella me beso primero... -explica-

Sus dos compañeros estaban asombrados, Berlín sabía que lo había hecho pero no como lo había hecho.

- ¿Cuánto tiempo te tomo? -cuestiona Berlín- Conquistarla, digo...

- Tres meses y veinte días -respondio Ezeiza prendiendo un cigarrillo-

Iban a seguir hablando pero un acelerado y preocupado Denver los interrumpió abriendo la puerta fuertemente.

- se están escapando 16 rehenes por la zona de carga -informa con la respiración agitada por la corrida-

- Tokio vete a buscar a Nairobi, Río, Denver traed a Oslo y a Helsinki -ordena Berlín- Ezeiza, prepárate...

La Argentina rápidamente busco chalecos anti balas y las mejores armas que podrían encontrar.

- ¿Que pasa? -cuestiona una agitada Nairobi mientras se ponía el chaleco-

- Están intentando escaparse 16 rehenes -responde Ezeiza imitando su acción y cargando el arma-

Berlín intentaba llamar al profesor pero este no respondía. Por lo que lo harían solos.

- Vamos a ir a por ellos -comenta Berlín-

- ¡Vamos! -ordena Ezeiza-

Todos salieron en dirección a la zona de cargas. Ezeiza cambio totalmente su mirada, su mandíbula se tenso y adoptó su rol de militar. Estaba dispuesta a matar a quien sea necesario. Un explosión los sobresalto, iban a entrar y ellos a salir.

Fuera la policía analizaba una posible entrada e intentaba un rescate de rehenes para dar por finalizado el robo del siglo.

Los rehenes estaban fuera.

Y ellos cada vez más jodidos.

Helsinki, Moscú, Río y Denver intentaban poner una chapa que tapara el agujero que los rehenes habían hecho. Pero la policía abrió fuego haciendo que la tiren al suelo, La policía avanzaba cada vez más intentando una posible entrada y ellos estaban cada más cerca de no lograrlo.

Los demás se acercaban para cubrir a sus compañeros. Una bala le dió a Helsinki y Ezeiza vio el cuerpo caer al suelo, pero por los disparos provenientes de la policía no le permitían acercarse.

- ¡Ezeiza, cúbreme! -grito Nairobi-

- ¡Helsinki, Helsinki! -grito Ezeiza esperando una respuesta del serbio-

Hablando de serbios ¿Y Oslo?

- Papa, Papa, Pilla -pidio Denver tirándole un arma-

- ¡Voy a ir a Helsinki, cubridme! -pide Nairobi-

- ¡Fuego de cobertura, prevenidos! 3...2...1... ¡FUEGO! -vocifero Ezeiza-

Bajo su orden todos empezaron a disparar hacia los policías que intentaban avanzar hacia el interior.

- ¿Cómo está? -pregunta Ezeiza entre los disparos-

- El chaleco ha parado la bala -responde Nairobi más aliviada-

Nuevamente, fuego de cobertura por parte de la policía.

Berlín cubría las cabezas de Tokio y Ezeiza. La Argentina había olvidado lo que se sentía un tiroteo.

- Los GEOS tienen equipos de visión térmica, ese humo solo nos afectará a Nosotros -comenta Berlín- ¡Sácalo, Moscú, Sácalo! -grito-

- ¡Van a entrar! -grito Ezeiza al verlos avanzar-

- !Tenemos que volver a poner la chapa! -responde Moscú-

- ¡Fuego de cobertura! 3...2...1... ¡FUEGO! -grito Ezeiza- ¡La concha de mi madre! -grito desesperada cuando se quedó sin balas-

No tenía la semi automática, se la había dado a Denver.

- ¡Van a entrar! ¡Los tenemos encima! -gritaba a coro Moscú y Berlín-

Ezeiza recordó algo que podía salvarlos. La Browning.

- Berlín, cubrime -pide levantándose- ¡Cubranme! -grito-

-Ezeiza, quieta -ordena Nairobi-

- Fuego de cobertura -ordena Berlín-

Ezeiza corrió escondiéndose entre los rollos de papel, los contenedores de armas, granadas, explosivos y otras cosas que ellos habían entrado, para intentar protegerse.

Finalmente la encontró, debajo de una manta blanca.

- Ay, mamita... -susurro fascinada cuando la vió-

La habían puesto sobre una tabla con ruedas para que sea más fácil desplazarla. Por lo que corrió empujándola hacia donde estaba el agujero.

- ¡A CUBIERTA! -grito acomodándose-

Una vez estuvo preparada y sus compañeros cubiertos comenzó a disparar con una sonrisa en la cara.

- ¡Ametralladora! -escucho el grito de la policía-

Mientras disparaba comenzó a gritar, dejando salir la adrenalina que contenía. Se sentía nuevamente en la guerra, aún así el pánico recorría su cuerpo.

- ¡CHAPA!

Todos pusieron manos a la obra ayudando en lo que podían. Menos ella.

- ¿Dónde está Oslo? -cuestiona Helsinki-

- No se, no lo ví -niega Ezeiza-

Cuando la chapa estaba soldada de dejó caer al piso, comenzó a llorar. De frustración, adrenalina y felicidad.

Habían estado a nada de perderlo todo.

𝐌𝐢𝐥𝐢𝐜𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora