- ¡Ezeiza! -grito Tokio entrando al despacho de Nairobi- ¡Ezeiza, han disparado a un rehén, te necesitamos! -comenta alterada-
- ¿Que? -pregunta confundida- A ver, ayúdame... -exige intentando levantarse sola- ¿Quien y a quien? -cuestiona-
- La policía a Arturo -responde Tokio levantando a Ezeiza de manera nupcial para llevarla más rápido-
- ¿Cómo que la policía?
- Denver saco a Moscú a tomar un poco de aire y Arturo se descontroló, la policía creyó que era un atracador y le disparo -resume Tokio bajandola una vez llegaron a Arturo-
Habían armado una camilla con una mesa de por ahí y sobre ella estaba Arturo llorando de dolor, no podía juzgarlos.
- ¡Alcohol! -pide Ezeiza cortando el mono para ver la herida-
- Necesito hablar con mi mujer, por favor -suplica Arturo agarrando a Denver de la remera- Necesito hablar con mi mujer... -comienza a llorar-
Dicen que cuando estamos en las puertas de la muerte, por fin somos capaces de ver nuestra vida clara y Arturo Román, desangrandose en una mesa esperaba precisamente eso, la clarividencia de la muerte, averiguar de una vez quien había sido el amor de su vida; Laura, la mujer con la que había compartido catorce años en santo matrimonio o Mónica, su secretaria y amante con la que había vuelto a sentir la juventud. Por desgracia, la única certeza que tuvo Arturo en ese momento fue que si la atracadora que había amenazado con matarlo no le sacaba la bala iba a palmar antes de resolver el enigma, y francamente los cursos de primero auxilios que la banda había recibido y la condición de Ezeiza no le garantizaban la vida a nadie.
𝙵𝚕𝚊𝚜𝚑𝚋𝚊𝚌𝚔
- Cava inferior. Renal derecha. Izquierda Mesentérica. Pulmonar derecha. Izquierda. Este es el corazón. Cava. Subclavia derecha e izquierda. Braquial. Humeral. Yugular interna. Yugular externa. -nombraba Ezeiza mientras pasaba un fibron azúl por el torso de Rio- y en rojo las arterias más importantes
- Eh, para, para, para -ordena Denver- Vamos a ver ¿Tú quieres que aprendamos medicina así, con dos rotuladores? -cuestiona atónito-
No era la forma más efectiva, ni la más conveniente, pero era lo que había.
- Es una forma un tanto... peculiar -comenta Ezeiza- se les graba la imagen en la mente y es más fácil ponerlo en práctica después...
- Si alguno recibe un disparo no va a poder ir a un hospital, así que sí -afirma el profesor-
- Va a ser un puñetero suicidio -se queja Denver-
- Con esas ganas, seguro que si -comenta Ezeiza de manera irónica-
Se estaba empezando a cansar de esa actitud de nene caprichoso.
- Calla, ya. Coño -ordena Moscú dándole un golpe en la cabeza-
- No, una cosa es que nos encerremos en esa ratonera, y otra es que nos matemos -se vuelve a quejar-
- Denver -llama Berlín- Te estamos pidiendo que aprendas a sacar una bala. No empieces con la pica del extrarradio
- A ver, no es tan difícil -niega Nairobi- coges la pinza, sacas la bala sin joder nada más..
- ¿En qué mundo de arcoiris y brillitos es así de fácil? -cuestiona Ezeiza, Berlín la miro reprochante para que deje de meterle leña al fuego-