𝚃: 𝟸 𝙴𝙿: 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚎

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Fuera del Banco Nacional de España se iniciaba una verdadera revolución.

Rio estaba de vuelta.

Luego de tanto tiempo luchando lograron recuperar a su compañero, ahora tocaba su parte del trato. Las puertas del banco se abrieron de par en par, liberando a aquellos pobres policías, quienes no hacían más que cumplir con su trabajo y algunos rehenes, por la vida y libertad de Rio.

Nada más entrar Tokio saltó sobre el, besándolo y abrazándolo, pero Ezeiza conocía a aquel grupo de inhumanos y era consciente de que no habían entregado a Rio así por que si, por la vida de esa pobre gente que deseaba volver a casa. Algo escondían.

Por las grandes puertas de hierro blindado salto un cuerpo extraño, logrando ser el punto de tiro de todas las armas presentes.

— ¡No disparen, voy desarmado!

¿Acaso ese era...?

— ¿Arturito?

MILICIA

Todo el mundo aplaudía y festejaba la presencia de Rio dentro del banco, excepto Emilia.

— ¡Putos locos! ¡Podeis estar ahí fuera, viviendo la vidorra y estáis aquí metidos en la puta boca del lobo! -exclama Rio, emocionado- ¿Sabeis la que hay liada ahí fuera?

Helsinki se abalanzó sobre el, para abrazarlo. Y asi fueron pasando de uno en uno, inclusive Ezeiza lo saludo, aunque sabía que no podía confiar en él.

Ezeiza escuchaba atentamente cómo Rio sollozaba todas las cosas que la bruja de Alicia le había realizado, todas las torturas que había vivido y se sintió asombrada, puesto que no parecía Alicia de quien hablaba, esta mujer era mucho más dulce y más comprensiva por lo que parecía. Algunas horas después, operaron a Rio, logrando sacarle un micrófono y un geolocalizador.

Alicia lamentaba haberlo hecho, pues al saber que Emilia se encontraba ahí dentro la situación había cambiado de rumbo, si el profesor era un cerebro con pies, Emilia era otro cantar y al segundo se lo hubiera desconectado.

Ezeiza descansaba junto a Palermo, quien debido al ataque contra sus ojos no podía estar solo por mucho tiempo, hasta que el teléfono sonó.

— Rio tenía un micrófono y una valixa gps. Ya esta todo extraído -informa el Argentino-

¿Habéis conseguido aislar los chips? -pregunta el profesor del otro lado-

— Pero por supuesto, querido -ríe- Están la cajita, en la sintonía del sueño; La policía lleva un rato largo ya apuntando ronquidos -informa orgulloso-

Es el momento de darles algo más, Palermo, arrancamos el plan Alcatraz, máxima urgencia -comunica el profesor-

Ezeiza se tensó.

— ¿El plan Alcatraz? ¿Sergio, que carajo esta pasando ahí afuera? -pregunta tenso-

Estamos en una situación... extrema

Flashback

El profesor se encontraba dando clases en el monasterio, repasando los últimos detalles.

— Es posible que en algún momento Lisboa y yo nos enfrentemos a una presión que amenace son sobrepasarnos -comienza a hablar el profesor-

— Tendremos encima al ejército, a la policía y puede que las cosas salgan mal -continua Lisboa-

— Pero para eso tendremos el Plan Alcatraz. Si Lisboa y yo nos encontramos en una situación crítica necesitamos la mayor maniobra de distracción que seamos capaces de generar...

𝐌𝐢𝐥𝐢𝐜𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora