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Susurro al oído

«Anímate a ir por más,
siente un susurro al oído»

—Quédate así, muy bien. —dice a mi espalda mi guapo novio Will mientras me sostiene por las caderas. Me acaba de acomodar de rodillas y con el trasero hacia arriba al costado de la cama, con los codos y brazos apoyados en el colchón. —¿Estás preparada?

Su voz ha cambiado, se siente más gruesa, ronca y eso me eriza la piel desnuda.
Me encanta el cambio que se produce en la voz de los hombres cuando se excitan.

—Lo estoy. —respondo. Sus grandes manos recorren mis caderas, bajan por mis nalgas redondas y acaricia mis muslos, vuelve a subirlas y engancha en sus dedos mis bragas.

Las rompe.
Ahora estoy completamente desnuda.

El sonido de la ropa siendo desgarrada es algo que me acelera el pulso y me seca la boca.

Mi centro se calienta y lubrica.

Me encantan los actos brutales, el sexo duro, pero su suavidad mezclada con toques bruscos, como sus caricias suaves y que rompa mi ropa interior, me deja noqueada. 

Tira mis bragas sobre la cama, para que pueda ver como las dejó y me sostiene por la cintura mientras se acerca a mi oído.

—¿Ves esas bragas? Así mismo es como te dejaremos nosotros tres esta noche. —un escalofrío me recorre, no es por miedo. Me estoy excitando. Mis pezones se han puesto duros, y el calor líquido ha hecho acto de presencia, con rapidez, entre mis piernas. —Te usaremos hasta que te rompamos, hasta que no resistas más, preciosa Anna. —suelto un pequeño gemido ante la imagen mental de lo relatado. —El hombre frente a nosotros, al otro lado de la cama y apoyado contra la pared blanca, se acercará cuando lo crea necesario y, si quiere, te hará probar el dulce que esconde dentro en sus pantalones. —Joder. Observo al hombre que menciona Will en mi oído, es atractivo. Lleva puesto zapatillas blancas, jeans rotos y remera blanca. Es alto y musculoso con una melena castaña larga por debajo de sus hombros, y llena de ondas salvajes. Posee cejas arqueadas, ojos marrones, nariz recta y masculina, y unos labios lindos que están finos debido a la sonrisa traviesa que me da. —Y aquel hombre, sentado en el pequeño sillón negro en la esquina a nuestra izquierda, es el que mirará todo. Él es el público esta noche. Verá cada una de las cosas que se le harán a tu cuerpo. —trago saliva, y respiro con calma. La situación me está llenando de excitación, adrenalina, y sobretodo de nervios, pero esto es lo que quería y quiero experimentarlo. 

Observo al hombre en la silla, es delgado y viste de negro, casi pasa desapercibido en el sillón. Posee un rostro aniñado, pero sus ojos grises muy pálidos poseen ese algo que te advierten que es todo lo contrario.
No es un niño, es un hombre.

Él también me observa.

Ve mi pecho subir y bajar con cada respiración, mis labios entreabiertos expulsando el aire y tomando más. Ve a Will detrás de mí, y verá lo que pase a continuación.

Mi corazón galopa en mi pecho, el calor solo aumenta más y más en todo mi cuerpo, la unión entre mis muslos arde de necesidad y deseo.

El cabello pelirrojo se me adhiere a la nuca, me lo aparto y dejo sobre el hombro derecho para que Will siga susurrando en mi otro oído.

—¿Por dónde empiezo? —Will vuelve a hablar luego de dejarme observar a los hombres frente a mí. Ahora sus manos suben lentamente por mis caderas, cintura, espalda, hombros y bajan para tocar mis costillas y suben a abarcar mis senos. Los masajea, aprieta y con sus dedos índice y pulgar pellizca y tira de mis pezones. Jadeo por la estimulación y las palpitaciones que se intensifican en mi clítoris a causa de ello. No aprieto los muslos, me gusta sentir esa necesidad. En todo momento he estado mirando al hombre frente a mí, su respiración se ha acelerado y un bulto creció en sus pantalones. —Míralos, ellos disfrutan con esto. —susurra Will en mi oído. Miro de reojo al hombre vestido de negro, dedicado a observar esta noche. No se ve para nada alterado, lo único que delata que lo que está pasando en la habitación le gusta, es un bulto en sus pantalones al igual que al hombre de ondas salvajes frente a mí. —Quieres esto, ¿verdad? —Will pregunta para asegurarse.