𝟑𝟑 ┃𝙄𝙉𝘾𝙄𝙀𝙍𝙏𝙊

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capítulo treinta y tres
🕷▮ ⤷ ᴠᴀᴄɪ́ᴏ ᴘᴇʀᴅɪᴅᴏ

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En un elegante salón amplio del edificio Cementery, —donde las arañas atacaban— una batalla entre los dos miembros cabecilla de la familia Zoldyck contra el líder de la brigada fantasma, se desenvolvía ferozmente

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En un elegante salón amplio del edificio Cementery, —donde las arañas atacaban— una batalla entre los dos miembros cabecilla de la familia Zoldyck contra el líder de la brigada fantasma, se desenvolvía ferozmente. Mostrando en cada movimiento una abrumadora cantidad de poder, que incluso aquellos que no percibían el Nen, podían sentir. Tras compartir una serie de violentos golpes cargados de astucia, la batalla llegó al punto del clímax, y un gran temblor se sintió en todo el lugar. Ese había sido el golpe decisivo por parte de los Zoldyck, que de resultado se esperaba la muerte de su adversario.

Una cortina de humo se alzó, obstaculizando la visión de los tres, cuando esta se disipó, Silva Zoldyck observó como su padre, y el miembro líder del Genei Ryodan, quitaban los pedazos de escombro que habían caído sobre ellos en medio de la explosión. El hombre de mayor edad se incorporó, sacudiendo sus ropajes del polvo que tenía, se decepcionó un poco al ver el cuerpo del pelinegro, Chrollo había sobrevivido. Respiraba con lentitud pero sin dificultad, aunque no se notará estaba un poco cansado, por lo que no se levantó de inmediato. Por el contrario continuó sentado con su vista clavada en ambos Zoldyck. Apreció con curiosidad cada movimiento de aquellos contra quienes luchó, esperando pacientemente algún ataque por parte de los ellos. Sin embargo este nunca llegó.

El teléfono del  Zoldyck más joven sonó.

Atendió con serenidad a su hijo mayor Illumi, quien llamaba con la única intención de informar sobre su reciente homicidio hacia los 10 dones. Aquellos que curiosamente habían contratado a Silva y Zeno, para asesinar a la brigada fantasma. Después cuestionó sobre el estado de aquel que solicitó sus servicios, obteniendo una respuesta positiva para el, Chrollo Lucilfer continuaba con vida. Satisfecho con la respuesta le pidió a su padre que le transmitiera el mensaje a su cliente junto al recordatorio de que debía depositarle a su cuenta la cantidad justa de dinero, por la cabeza de aquellos pilares de la mafia.

—Nos vamos— anunció el anciano, una vez de pie. Dirigió su mirada al azabache y chistó con molestia —Que fastidio. Parece que ambos tendremos otro día para vivir.

—¿No se supone que me matarán?— indago curioso Chrollo.

—Fuimos contratados por los Diez Dones— aclaró —Ahora están muertos, así que ya no eres nuestro objetivo.

—¿En serio? Me sorprende— sonrió mientras se levantaba del suelo y sacudía su vestimenta —No tendrán otra oportunidad como esta.

—¿Crees que matamos por placer?— cuestionó el mayor, sin inmutarse ante el aviso del pelinegro. —No hacemos esto por diversión. Me niego a trabajar o morir por nada.

 𝐒𝐇𝐄𝐁𝐀┃𝗵𝘅𝗵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora