𝐒𝐇𝐄𝐁𝐀┃La aventura en la que Gon se emprendió le permitió conocer personas nuevas y maravillosas, entre ellas a Sheba. Aquella tierna chica rubia de personalidad efusiva y divertida
¿Quién pensaría en todos los secretos que guardaría consigo?
a...
▞▞▞▞▞▞▞▞▞▞▞▞▞▞ capítulo treinta y cuatro. 🕷▮ɢʀᴜᴘᴏs ▞▞▞▞▞▞▞▞▞▞▞▞▞▞
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Hisoka había revelado información de la araña.
Había tenido contacto con el usuario de la cadena, y aparentemente estaba siendo limitado por el poder de este, impidiendole revelar información sobre su identidad. Además de que si se iba de Yorkshin moriría.
O eso es lo que dedujo Chrollo al leer la profecía de Hisoka.
Sin embargo todo resultaba sumamente sospechoso para Sheba.
-¡No podemos quedarnos!- exclamó Sheba.
-Pero la profecía de Hisoka dice-
-No importa lo que diga su profecía ¡Solo vamonos de aquí!- interrumpió a Shalnark, sabiendo lo que diría.
-Yo me quedaré- declaró el arlequín.
-¡Pues entonces quédate solo aquí, a nadie le importa!
-Sheba, no podemos irnos sin Hisoka. El también es un miembro del Ryodan- intento razonar nuevamente el rubio.
-¡Pues entonces lo obligamos a venir!
-El moriría..
-¡Pues que se muera, a nadie le importa!
-A mi me importa- Hisoka alzó la mano, divertido por la situación.
-¡Tampoco importa tu opinión!
-No podemos irnos Sheba, el jefe ya dio la orden- intervinó Franklin.
-¡Aniki!- se quejó infantilmente en dirección del azabache.
-No podemos dejar a Hisoka, solo porque no te agrada- se limitó a responder.
Sheba se quejó en un gruñido frustrado.
Se alejó del grupo principal mostrando su desagrado por la situación. Se sentía como una niña consentida haciendo un capricho, tal vez era asi. Recargo su espalda contra la pared de una esquina y cruzó los brazos molesta.
Despegó la vista del suelo al sentir una insistente mirada puesta sobre ella, llevándose la no tan grata sorpresa de que el arlequín era quien la observaba desde el otro extremo con una sonrisa burlona.
Su enojo incrementó al ver como el hombre la saludaba con un ademán divertido. Sheba tembló en su lugar completamente irritada por las acciones y simple presencia de Hisoka. Le mostró su lengua en un acto infantil y descarado, logrando obtener a cambio una pequeña carcajada por parte del contrario, que solo intensificó su enfado.
No sabía que estaba tramando Hisoka, tal vez solo estaba siendo exagerada cegada por el odio que sentía hacia él, pero no podía evitar pensar mal. Hisoka se había ganado su mala fama con justas razones, por cada acción del adulto había detrás una retorcida razón bastante conveniente para sí.
