𝟐𝟗 ┃𝙍𝙀𝘾𝙇𝙐𝙏𝘼𝙎

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capítulo veintinueve

🕷▮⤷ғɪɴɢᴇ ϙᴜᴇ ɴᴏ ᴍᴇ ᴄᴏɴᴏᴄᴇs

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La luz del sol se colaba por las ventanas de aquel edificio del cual el Ryodan se adueño

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La luz del sol se colaba por las ventanas de aquel edificio del cual el Ryodan se adueño. Sheba despertó a causa de los rayos de luz que incómodamente iluminaban su rostro y el constante sonido de su teléfono vibrar. Frunció los ojos antes de abrirlos y al darse cuenta que era de día se incorporó con cuidado de la improvisada cama en la que durmió.

Talló sus ojos intentando enfocar su vista y recorrio el lugar con la mirada. Estaba sola.

Su celular dejo de vibrar y Sheba lo tomó entre sus manos para visualizar la hora. Eran las dos de la tarde, anoche se habia desvelado hasta altas horas, así que era algo evidente que tomaria un buen rato en despertar.

Inconsistentemente recordó la razon por la cual había trasnochado. Uvogin había muerto. No era una información confirmada a ciencia cierta, sin embargo ella lo podía sentir, su presencia no estaba más en este mundo.

Sus ojos picaron pero antes de comenzar a llorar golpeo sus mejillas con fuerza, intentando reaccionar. No podia pasarse todo el dia llorando. Ella sabia a lo que se atenia cada miembro, día con día enfrentaban peligros y cualquiera de ellos podria acabar con sus vidas en cualquier momento.

Se levantó con dificultad mientras tocaba su cabeza con cuidado, le dolía horrores.

Salió del lugar donde habia pasado la noche y se encaminó a un viejo lavamanos que se encontraba oportunamente aún lado de la habitación.

Abrió la llave sin embargo no salió agua. Quiso golpearse por su estupidez. Si era un edificio abandonado, era algo lógico que no hubiera servicio de agua.

Agachó su mirada encontrandose en el suelo, aún lado del lavamanos, una pequeña cubeta llena de agua. Reviso su estado, encontrandola limpia supuso que alguno de sus hermanos la habiria puesto ahí. Hundió sus manos en el agua y las llevo hasta su cara, lavandola y esperando bajar la hinchazón que seguramente tendrían sus ojos.

—Despertaste.

La rubia volteó hasta donde escuchó la fuente de aquella voz, encontrandose con la pelinegra de lentes.

—Shizuku onee-sama— se erigió completamente para saludar como correspondía —Buenas tardes.

Shizuku observó los ojos de Sheba. Supuso que habia pasado mala noche, sin embargo no comento nada para no incordiar.

—Kortopi guardo galletas para ti.

—¿Eh?

—Deberias ir con los demás y comer un poco— opinó —El jefe salió, igual lo hicieron Machi, Nobunaga, Phinks y Pakunoda.

 𝐒𝐇𝐄𝐁𝐀┃𝗵𝘅𝗵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora