𝟑𝟐 ┃𝙎𝙃𝙀𝘽𝘼

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capítulo treinta y dos
🕷▮ᴠᴇɴ ᴄᴏɴᴍɪɢᴏ

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Mi recuerdo más antiguo, es cuando tenía cuatro años

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Mi recuerdo más antiguo, es cuando tenía cuatro años.
Tirada en un callejón mientras las personas pasaban de largo sin remordimientos, algunas sin siquiera mirarme.

Cubierta de harapientos trapos viejos y amarillos por la suciedad. Una niña completamente abandonada a su suerte. Siendo acompañada únicamente por el sonido de aquella canción de cuna.

No recuerdo a las personas que me abandonaron, solo se que simplemente me dejaron desamparada, con una caja musical y su respectiva llave. Eso era lo único que quedaba de mis orígenes. Jamás me moleste en desecharlos, porque aunque odiara a mis padres por dejarme, la caja era de un bonito color rosado y la llave brillaba por su reluciente dorado. Inocentemente soñaba con convertirme en una bailarina como la de mi caja, era la única razón que me mantenía con vida.

Sin embargo, no puedes vivir de sueños y fantasías.

Cada día que pasaba era un constante martirio, un recordatorio, de que yo era únicamente una mancha en la sociedad, que ensuciaba el mundo. Vivir de las sobras de los demás, y huir constantemente de las piedras que la gente arrojaba al verme, no era un buen estilo de vida. Poco a poco mi esperanza se fue perdiendo.

Me convertí en triste cascarón vacío.

Hasta que el llegó...

Chrollo Lucilfer. Un excéntrico nombre que coincidía a la perfección con su tipo de persona.

Mientras yo sufría silenciosamente en aquel sucio callejon, el me extendió su mano. Y fue como ver la luz por primera vez.


Nueve años atrás        

Chrollo detuvo repentinamente su andar y eso llamo la atención de su acompañante. El —en ese entonces— número cuatro de la araña, dirigió su mirada hacia donde su líder: en un solitario callejón, una pequeña figura delgada, llegando al punto de desnutrición, permanecia inmóvil con las rodillas juntas a su pecho. La aparente infante se veía lamentable, y seguramente ese mismo día moriría. Pues era imposible que sobreviviera en su condición y con un cuerpo tan frágil como se notaba el suyo.

 𝐒𝐇𝐄𝐁𝐀┃𝗵𝘅𝗵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora