❛𝐌𝐢𝐨❜ [ᴊᴏᴏᴋʏᴜɴ] ~ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ~

CAPÍTULO XII

Cha Nam POV

Sentado detrás del escritorio en la oficina que tengo dentro de la mansión, miro las distintas fotos desplegadas en su superficie. Fotografías de las personas que una vez, fueron mi familia. Fotografías de los dos grandes amores de mi vida.

Conocí a Juwon, el padre de Daniel, en mi último año de secundaria y desde ese momento lo amé. Estuve a su lado cuando murieron sus padres, estuve a su lado cuando conoció a la madre de Daniel, estuve a su lado, esperando que se fijará en mí, cuando ella murió. Pero no. En lugar de fijarse en mí, se fijó en la perra de mi hermana.

Aguante, soporté y acompañé en silencio durante más de diez años. Fui el mejor amigo, el mejor hermano, el mejor tío y el mejor cuñado. Pero nada de eso hizo que Juwon se fijará en mí. Su vida giraba en torno a mi hermana y Daniel. Ellos brillaban con una luz infinita mientras yo seguía mirando en la oscuridad.

Cuando mi hermana vino a contarme feliz que estaba embarazada, algo finalmente se rompió dentro de mí. No se suponía que él también estuviera en el coche esa noche. No sé suponía que él también muriera.

Mi mundo se destruyó, así como el de Daniel. ¡Me hice cargo de él, intente mantenerlo seguro! ¡No quise que saliera de la casa por nada del mundo, quise protegerlo! ¡Pero mi mente estaba mal! Mi cordura se había tomado vacaciones y me la pasaba bebiendo.

No debería haberlo golpeado tanto. ¿Cómo pude golpearlo así si a medida que él fue creciendo se parecía más y más a Juwon, al amor de mi vida? Excepto en los ojos. Daniel tiene los ojos de su madre algo que lo hace realmente precioso.

Dejo la fotografía de ellos tres y tomo la de Daniel. ¿Cómo te verás ahora mi amor? A medida que te vi crecer supe que serías igual a él. Quién sabe, tal vez, inconscientemente, me alegra de que tú padre también estuviera en el auto. Desde ese día, fuiste mío completamente.

Daniel nunca fue capaz de entablar la conexión, porque mayormente lloraba en sueños, pero las primeras veces que perdí el control y lo golpeé, fue cuando de sus hermosos labios salía el nombre de mi hermana. ¡Se que la extrañaba! Pero su padre ya había elegido a esa perra sobre mí, no iba a permitir que él hiciera lo mismo.

¿Dónde estás precioso? Todo lo que quería era que me amaras, así como yo te amo. Vuelve a mi. Déjame encontrarte. En estos cinco años que pasaron, debes haber crecido mucho. Ya eres todo un hombre y debes ser despampanante. Mi dedo índice traza el contorno del rostro de Daniel en la fotografía y yo sonrío ante su rostro alegre.

En ese momento, alguien golpea a la puerta y entra poco después de que le dé la indicación.

—¿Alguna novedad?— pregunto al hombre que acaba de entrar. Junseo es mi mano derecha y el único que sabe de la desaparición de Daniel.

—Ningúna— me dice.

—¿Y la pista que teníamos?— le pregunto.

—No nos llevo a ningún lado— me dice simplemente.

—¡MIERDA!— mi puño golpea con fuerza mi escritorio y luego comienzo a caminar por la habitación.

—Tenemos que contemplar la idea de que alguien lo este ayudando— me dice Junseo.

—¡NO!— digo enojado. Daniel es mío, el me pertenece! El solo pensar que alguien más puede estar tocándolo o besándolo, sosteniéndolo en sus brazos hace que mi sangre hierva. Sea quien sea, hombre o mujer, no vivirá para contarlo.

—¿Qué hacemos con Dae Hyun?— me pregunta Junseo luego de un tiempo.

—¿Habló?—

—Si. Finalmente aceptó que vio a Daniel esa noche. Le dió algo de dinero y le dijo que se fuera, pero no sabe hacia donde huyó— me dice Junseo. Otro punto muerto.